Economía
Crisis energética

Bruselas estima que la luz en España es más cara que en Francia, Holanda, Austria, Grecia o Hungría

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La Comisión Europea no se cree el mapa fake que le ha enviado el Gobierno español con un precio de la luz más bajo que en las principales economías europeas. Al contrario, estima que en el segundo trimestre de 2022 la factura eléctrica de los españoles superó a la de franceses, holandeses, griegos, austriacos y húngaros, entre otros.

Según un mapa elaborado por las autoridades comunitarias y que ha esgrimido este martes Alberto Núñez Feijóo en el Senado, el precio de la luz para los hogares en el segundo trimestre de 2022 (incluyendo impuestos y cargos) fue de 31,04 céntimos por KWh en España.

Esta cifra es superior a los 21,44 céntimos de Francia, los 22,96 de Países Bajos, los 30,46 de Grecia, los 22,57 de Austria o los 10,01 de Hungría. Otros miembros de la UE con el precio de la electricidad minorista inferior al de España son Polonia (16,54 céntimos), Eslovaquia (18,14), Rumanía (18,75), Bulgaria (10,91), Lituania (16,41), Letonia  (22,12), Luxemburgo (20,47), Croacia (14,45), Eslovenia (16,54), Finlandia (23,02), Malta (13,17) y Suecia (29,70).

Sólo tienen la luz más cara que España un puñado de países, entre los que destacan Alemania con 38,83 céntimos, Italia con 37,01, Irlanda con 35,48, Bélgica con 37,95 y Dinamarca, que se lleva la palma con 47,92 céntimos por KWh.

Esto desmonta el discurso oficial del Gobierno de Pedro Sánchez de que la luz en España es más barata que en la mayoría de los países de la UE. La trampa que hace el Ejecutivo es que en ese precio no incluye la compensación a las empresas gasistas por el tope al gas (la famosa «excepción ibérica»), por la diferencia entre dicho tope y el coste real del gas.

Una diferencia que pagan los consumidores todos los meses en el recibo de la luz, tanto los que están en el mercado regulado como los del mercado libre que renuevan su contrato. En consecuencia, esta compensación debe sumarse al precio diario de la subasta eléctrica para obtener el coste real de la electricidad para el consumidor, cosa que el Gobierno oculta. Pero Bruselas sí lo tiene en cuenta, de ahí estas cifras.