Economía
Bancos centrales

El bono alemán alcanza máximos de 2019: el mercado ya espera una subida de tipos del BCE este año

  • Laura Piedehierro
  • Periodista. Cuando no escribo del Ibex 35 me gusta mirar cuadros. Antes en Estrategias de inversión y ahora aquí.

Las expectativas de que el BCE adelante la subida de tipos de interés a 2022, y no a 2023 como señalaba en anteriores reuniones, han disparado la rentabilidad de la deuda de los países de la eurozona, incluido España. El interés del bono alemán alcanzó el jueves máximos de 2019, mientras que ya se habla de que la institución incremente las tasas de referencia en la este ejercicio. El mercado descuenta un aumento de 40 puntos básicos a lo largo de este año con un primer alza ya el próximo junio a pesar de las compras de activos.

El BCE va a la zaga de la tendencia mundial a subir los tipos de interés, encabezada por el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de Estados Unidos. Pero en su reunión de este jueves, su presidenta, Christine Lagarde, reconoció los riesgos al alza de la inflación y dejó la puerta a una posible subida de tipos este año. Un discurso que contrasta con el que la francesa pronunció en diciembre, en el que contrarrestó las crecientes especulaciones en torno a una subida de tipos de interés por parte del organismo con sede en Fráncfort y señaló que un aumento en 2022 era muy improbable.

Sin embargo, este jueves la máxima responsable de la institución hizo hincapié en la dependencia de los datos y subrayó la importancia de la reunión de marzo, en la que el organismo comunicará nuevas previsiones económicas para la eurozona. “Si las proyecciones de inflación, que ya son razonablemente halagüeñas, se revisan al alza para 2023 y 2024, es probable que el BCE contemple una vía de salida algo acelerada, un escenario que el mercado ya está valorando”, indican en la gestora Pimco.  “Si, por el contrario, la inflación a medio plazo se sitúa en línea con las proyecciones actuales o por debajo de ellas, el BCE estará probablemente en piloto automático durante la mayor parte del año”, advierten los mismos expertos.

En su cita de diciembre el banco central elevó sus previsiones de inflación para 2022 hasta el 3,2%, desde el 1,7% anterior, y para 2023 hasta el 1,8%, tres décimas más. Por el contrario, redujo la estimación del PIB de la eurozona al 4,2% para este ejercicio (cuatro décimas menos que lo esperado en septiembre), aunque mejoró el crecimiento para el próximo año hasta el 2,9%, desde el 2,1% anterior.

40 puntos básicos en 2022

A la espera de lo que suceda en marzo, el cambio de tono de Lagarde cogió a los mercados por sorpresa, ya que lo que se esperaba esta reunión era que el BCE hiciera referencia a los riesgos al alza de la inflación a corto plazo y que “hiciera retroceder las expectativas del mercado sobre las subidas de tipos, no que las envalentonara”, apuntan en Monex Europe. Y es que ahora el mercado especula con un incremento de los tipos de interés de 40 puntos básicos a lo largo de este ejercicio, con un primer repunte en junio.

El incremento de las expectativas de subidas de tipos se ha hecho notar en el mercado de deuda donde el bono alemán a diez años, considerado la referencia y el más seguro, repuntó diez puntos básicos, al 0,136%, el interés más elevado desde mayo de 2019.  El bono español, por su parte, superó el 0,9%, un nivel que no alcanzaba desde finales de abril de 2020. La deuda de Francia y la de Holanda avanzaron también unos diez puntos básicos y llegaron al 0,569% y el 0,266%, respectivamente, mientras que la rentabilidad del bono de Italia alcanzó el 1,638% y la del de Grecia subió al 2%.

Con el foco en las compras

Lo que sí dejó claro Lagarde en su intervención es que el BCE mantendrá en todo momento la secuencia de retirada de estímulos comunicada, es decir, primero se tienen que terminar las compras de deuda y después será el momento de tocar los tipos. Al respecto, el programa de compras de emergencia contra la pandemia (PEPP) finalizará el próximo marzo.

Como consecuencia, la hoja de ruta establece que entre abril y junio, el BCE eleve su programa de compra de activos estándar (APP) a 40.000 millones por mes, para pasar a reducir las adquisiciones hasta los 30.000 millones en el tercer trimestre y devolverlas a los 20.000 millones en octubre. Con este calendario, muchos expertos esperan una subida de tipos a finales de año o en el primer trimestre de 2023. Así, el foco se pone ahora en el ritmo de retirada de compras.