Opinión

¡Bienvenidos al crash de la deuda pública!

¡Bienvenidos al crash de la deuda pública!
Deuda pública.

“Quien invierta en acciones no debería estar demasiado preocupado por las erráticas fluctuaciones en los precios del valor, puesto que a corto plazo el mercado de acciones se comporta como una máquina de votar, pero a largo plazo actúa como una báscula.” Benjamin Graham.

La libertad es el derecho que tiene un hombre de actuar libremente, pensar y hablar, sin hipocresía. La libertad al fin y al cabo, como grandes maestros nos han enseñado; es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; y en la política, el derecho. Quizás por mi parte añadiría que en la vida es la calma.

Hoy el mundo mira incrédulo la anexión a Rusia de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia que el Kremlin ha acelerado tras la contraofensiva de Ucrania. Y es que proponer un referéndum ilegal a un territorio invadido es tan absurdo, como pensar que poner las urnas alrededor de los tanques es sinónimo de democracia. Pero esta Rusia juega la baza de presionar a la OTAN con una nueva fase en este Estado de guerra, la de incrementar el desafío nuclear al amparo de la defensa del territorio ruso, que ahora considerará las regiones robadas a Ucrania. Parece mentira que esté explicando esto en el siglo XXI, ¿no? Para algunos la crueldad no requiere de ningún motivo para ser practicada, sólo la oportunidad. Ver para creer, se nos queda a veces muy, pero que muy corto.

Con todo ello, la llamada de Putin al diálogo y al fin de la guerra parece un brindis al Sol, y una nueva absurdidad de este pequeño Zar, que ha decidido pasar a la historia más como un tirano con pretensiones colonialistas, que como un líder al que admirar en pro de la libertad y la paz que tanto anhelo. Vladímir Putin podría jugar el rol de la transición hacia la libertad del fracasado estado de la Unión Soviética, pero que no se engañe, sus hechos retratan el villano que es, ese que ha vuelto a desestabilizar la Europa unida, acomplejado del poder de la unión respecto de lo contrario. Y es que sería tan simple emprender un proceso diplomático hacia la unificación de Rusia con la OTAN y el desarme nuclear, que casi siento lástima por él al ver lo que ha provocado. Sin duda, 2022 ha vuelto a convertir en un “paria” el estado Ruso, y es una verdadera pena que los ciudadanos de esta hermosa nación, deban pagar por ello. Así de duro e injusto es el poder señores míos, contrario a una libertad que no debiera ser un fin, sino un medio para desarrollar nuestras fuerzas.

Sin embargo, las bolsas parece que han dejado en stand by uno de los dos focos de principal interés para centrarse sin duda en lo que está definiendo a Mr. Market; ¡la inflación! Y es que si todos vivíamos expectantes tratando de comprender desde 2009 las consecuencias de esta burbuja que vienen provocando los bancos centrales para salvar el capitalismo de su quiebra en 2008, la concatenación de cisnes negros; BREXIT, COVID19 y Ucrania del último lustro, ha supuesto un verdadero problema para la FED y el BCE, provocando un proceso de inflación que ha terminado por cobrarse su primera gran víctima; ¡el mercado de deuda pública! Y es que queridos, déjenme decirles que si miramos más allá de la Renta Variable, el colapso del sistema financiero está siendo absolutamente histórico. Me aventuraré a decirles que lo que vivimos en el mercado de deuda pública es equiparable al mercado de ‘subprimes’ del 2008, con un brutal crash que está escribiendo la historia a pasos agigantados. Simplemente si analizamos la cotización del Bund alemán con un colapso del -25%, justo el mismo nivel de caída que el DAX40, explica claramente la brutalidad de este crash bursátil. Y es que difícilmente volveremos a ver un colapso de la deuda pública de este calado, créanme.

Esta semana, lejos de los titulares de paja que atienden atónitos la recaída de las bolsas, hemos visto cómo el mercado de deuda y divisas han mostrado al mundo una reestructuración del orden mundial de capitales, una que hacía mucho tiempo que no se veía, y es que tras el desplome de la libra y el euro contra el dólar, se esconde una masiva rotación de activos vendiendo bonos de Europa y del Reino Unido para refugiarse en los ‘treasuries americanos’ de corto plazo. Y lógico encuentro que eso suceda, puesto que el valor de invertir a 10 años a cambio de obtener rentabilidades negativas es nulo. Y es nulo precisamente porque los bancos centrales se han encargado de hacer creer al mercado que comprar deuda para venderla más cara al banco central de turno era un buen negocio. Y ya sabemos que cuando la especulación se apodera de un mercado, tonto el último… Qué fácil es ser egoísta cuando no hay nadie más por quien creas deber responder, ¿no les parece?

Pero oigan, lo más dantesco del tema, y perdonen que utilice esta expresión, ha sido escuchar esta semana a Christine Lagarde. Lo cierto es que en la mesa de Blackbird Bank preparamos la jornada para estar atentos a sus palabras, para tratar de encontrar un atisbo de luz en su discurso, pero créanme cuando les digo que la cara de incredulidad que se me quedó al escuchar ese discurso barato dirigido al ‘stablecoin’, es de órdago. Francamente, aún no sé si considerarlo nivel tomadura de pelo o lo que es peor, nivel falta de comprensión sobre lo que tienen entre sus manos, lo cual me preocupa, y no poco. Y es que mientras Jerome Powell propone un discurso en el que deja claro sus tres objetivos; actuar de manera contundente; no confiarse ante un dato puntual de inflación a la baja y romper el mantra del consumidor y el empresario de que la inflación se quedará durante un largo periodo de tiempo, aquí el BCE como siempre, sigue pensando que los problemas se arreglan solos ¡muy típico en ellos! Parecen los niños mimados de papá del sistema. Con ello, no es de extrañar entonces que el colapso de los bonos en Europa sea provocado por la inoperancia absoluta del BCE y la celeridad de una FED que aprieta hacia la normalización monetaria dando por hecho que el coste de no actuar, sería más elevado al coste del dolor que este proceso está causando. Y yo a esto le llamo liderazgo.

Conocen aquello de; “el olvidado asombro de estar vivos”, así me siento, asombrada cuanto menos. Así que ahora señores, que nosotros cómodamente desde nuestro Trading Desk y pasado el tiempo vemos desde la distancia y el confort nuestro 65% de posiciones en liquidez, me veo obligada a decirles que empezamos a ver en el colapso de la Renta Fija un primer indicio del principio del fin. Del fin de este mercado bajista, éste que observando los bonos empieza a parecerse más a una máquina de votar, que no a una báscula. Es extraño lo fácil y rápido que la propia protección puede causar destrucción, ¿no les parece?

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Owner Founder CEO.

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