Economía
TRAS EL FRUSTRADO GOLPE DE ESTADO

A BBVA ya no le gusta Turquía: descarta comprar otro banco en el país por la deriva de Erdogán

BBVA ha paralizado su apuesta por el mercado financiero de Turquía tras la deriva protagonizada por el presidente del país, Recep Tayyip Erdogán, que ha iniciado una ola de intervencionismo en varios sectores de la economía turca tras el frustrado golpe de Estado del pasado 15 de julio. La ofensiva ha alcanzado al sector bancario, con la suspensión de Bank Asya, un banco que ya tenía problemas de solvencia y que ahora ha sido vinculado por Erdogan con los golpistas.

Según han confirmado fuentes financieras a OKDIARIO, la entidad que preside Francisco González estaba estudiando aumentar su presencia en el país e incluso barajaba comprar otro banco tras la toma de control del local Garanti, unos planes que ahora se han visto truncados. En la actualidad BBVA controla el 39,9% del banco turco Garanti, después de que hace justo un año la entidad española desembolsara 1.857 millones de euros para adquirir un 14,89% adicional del capital del banco. El objetivo era consolidar a Garanti en los resultados del banco español y, al cierre del primer trimestre de este año, las ganancias aportadas por la entidad turca fueron de 133 millones de euros, lo que supone un 18,7%.

«Estamos muy contentos de nuestra decisión de aumentar la participación en Garanti porque Turquía tiene una gran importancia para nosotros en el largo plazo y tiene un gran potencial económico. Estamos evaluando nuevas oportunidades y adquisiciones en el mercado turco”. Con estas palabras el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, defendió hace tan sólo tres meses la importancia de Turquía en la estrategia internacional de la entidad. Sin embargo, ahora el banco considera que existen más riesgos que oportunidades en el país.

Así lo ha admitido BBVA en un documento enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que admite la entidad afronta un “mayor riesgo de pérdidas por acontecimientos políticos y económicos desfavorables, la inestabilidad social y geopolítica, y los cambios en las políticas gubernamentales en cuestiones tales como la expropiación, nacionalización, legislación sobre propiedad internacional, tipos de interés máximos y políticas tributarias”.

En este documento, BBVA señala que su resultado “podría verse significativamente afectado” por la evolución de los mercados emergentes en los que opera, principalmente en Latinoamérica y Turquía, lo que podría producir un “efecto adverso significativo en el negocio, la situación financiera y los resultados del grupo” español.

Tipo de cambio euro/lira turca. (Fuente: Investing)

Al cierre de 2015, Garanti aportó a BBVA casi 90.000 millones de euros en activos, con unos recursos de clientes de 75.000 millones de euros y créditos por 55.000 millones de euros. Estas cantidades están calculadas con el tipo de cambio actual ya que en Turquía la moneda oficial es la lira, una divisa que ha experimentado una elevada volatilidad en las últimas semanas.

La decisión de BBVA de realizar un giro de 180 grados en su apuesta por el mercado turco, una estrategia que había sido capitaneada directamente por el presidente del banco, Francisco González, se plasmó cuando abrieron los mercados financieros tras el frustrado golpe de Estado. En sólo una sesión la cotización de Garanti se desplomó casi un 10% y, aunque algo se ha recuperado en las últimas jornadas, todavía queda mucho recorrido para que vuelva a los niveles previos al golpe.

Cotización de las acciones del banco turco Garanti. (Fuente: Investing)

Los analistas consultados por OKDIARIO consideran que los riesgos para las empresas españolas que están presentes en Turquía son importantes y que BBVA puede ser la más perjudicada. Carlos Fernández, de XTB, cree que los problemas no vendrán de una depreciación de la lira, sino que “la duda será vía crecimiento económico, porque si esto genera ralentización en la economía del país, y si genera que los inversores internacionales hagan desinversiones, o no hagan nuevas inversiones, sí podría provocar ralentización, y sí creemos que podría provocar un problema en BBVA”, explica Fernández.

Por su parte, Nuria Álvarez, de Renta 4 quita hierro a los últimos acontecimientos y apunta que “la parte más negativa es el riesgo geopolítico, que ya existía antes del golpe. La incertidumbre viene de atrás, y esto lo que hace es aumentarla. El problema a medio y largo plazo es la incertidumbre sobre qué ocurrirá con el Gobierno de Erdogan”. La analista considera que “al no haber tenido éxito el golpe de Estado, el efecto en la lira turca ha sido de ida y vuelta. Es decir, ya ha recuperado los niveles previos al golpe de Estado. Por lo que de cara a los resultados de los próximos trimestre, BBVA no debería, en principio, esperar un impacto concreto y significativo”.