La joya turca de BBVA se hunde un 9% tras el golpe de Estado

El conflicto turco del pasado viernes ha aumentado la incertidumbre en el país y, por lo tanto, en todas las compañías con presencia en Turquía. BBVA, cuenta con una participación del 40% en Garanti, la segunda mayor entidad turca por volumen de activos, que ha retrocedido en la sesión de este lunes cerca de un 9%.

De hecho, las firmas consultadas por OKDIARIO advierten de las consecuencias que este fracasado golpe de Estado podría tener en algunas compañías españolas. Carlos Fernández, de XTB, cree que BBVA será la más perjudicada, aunque cree que no será por la lira, ya que ha vuelto a niveles anteriores al golpe. “La duda será vía crecimiento económico, porque si esto genera ralentización en la economía del país, y si genera que los inversores internacionales hagan desinversiones, o no hagan nuevas inversiones, sí podría provocar ralentización, y sí creemos que podría provocar un problema en BBVA”, explica Fernández.

Carlos Fernández: «Las dudas vendrán por el crecimiento económico»

Cabe recordar que el negocio turco de Garanti salvó los muebles en la última presentación de resultados del banco presidido por Francisco González, toda vez que la entidad turca representó más de un 12% de los beneficios de BBVA en 2015. Sin embargo, tras el golpe fallido son varios los expertos que creen que Garanti podría pasar de héroe a villano. Nuria Álvarez, de Renta 4, sin embargo, cree que “la parte más negativa es el riesgo geopolítico, que ya existía antes del golpe. La incertidumbre viene de atrás, y esto lo que hace es aumentarla. El problema a medio y largo plazo es la incertidumbre sobre qué ocurrirá con el Gobierno de Erdogan”.

De hecho, bajo su punto de vista, “al no haber tenido éxito el golpe de Estado, el efecto en la lira turca ha sido de ida y vuelta. Es decir, hoy ya ha recuperado los niveles pre golpe de Estado. Por lo que de cara a los resultados del tercer trimestre, BBVA no debería, en principio, esperar un impacto concreto y significativo”.

Las empresas mantendrán sus apuestas

“No cambia nada”. Es lo que la mayoría de las grandes empresas con presencia en el país otomano responden cuando son cuestionada sobre sus participaciones en Turquía. BBVA, la más expuesta, ha señalado a OKDIARIO que “el compromiso de BBVA con Turquía es a largo plazo y sigue igual que antes de los acontecimientos del pasado viernes”. Por ello, “se mantiene todo igual, porque nuestro compromiso es a largo plazo”.

También en el mercado asegurador hay lazos de unión entre España y Turquía. Mapfre inició en 1987 su desembarco turco, y seguirán ahí: “Conocemos bien ese país, en autos somos ya una referencia aseguradora, y esperamos, y confiamos, que en las próximas semanas el país vaya recuperando la tranquilidad necesaria para seguir siendo la economía de referencia de la región. Además de ser el principal motor económico, la estabilidad de Turquía es muy importante para el equilibrio geo-político de la zona”, explican a OKDIARIO fuentes de la aseguradora, que cuenta con más de 1.300 empleados en el país y cuyo volumen de negocio (Seguros, Global Risks, Asistencia y Reaseguro) en Turquía al cierre de 2015 es de 819 millones de euros.

Otra de las firmas con presencia turca es OHL, que trabaja actualmente en el Marmaray, un proyecto ferroviario con actuaciones en superficie a ambos lados del estrecho del Bósforo. Preguntados sobre su permanencia en Turquía, la constructora ha asegurado a OKDIARIO que “los trabajos se desarrollan con normalidad”. Por lo que tampoco se esperan movimientos.

Otras empresas con participaciones en el país otomano son Técnicas Reunidas, que se ha adjudicado a los largo de los últimos años varios proyectos en Turquía; Acerinox, a través de Acerinox Turquía; Gamesa, que posee una oficina comercial de aerogeneradores en Estambul; o Inditex, que cuenta con cerca de 190.

Riesgo macroeconómico

Javier Flores, de Asinver, señala que “la mayoría de estudios señalan que no habrá impacto macroeconómico en Turquía”. Y es que, paradójicamente, cuando se sustituye a un dictador por otro, según diversos estudios, suele ser positivo; cuando un gobierno democrático se sustituye por uno dictatorial sí que hay impacto negativo -entre 1 y 1,3 puntos de renta per capita durante la siguiente década-, porque tienden a revertirse reformas y tiende a haber inseguridad jurídica; y, sin embargo, cuando hay un intento de golpe de Estado, pero es fallido, no hay impacto.

“En mi opinión, lo que sí va a tener Turquía ahora, donde Erdogan quiere transmitir a los inversores que el país sigue siendo un lugar seguro, que tiene el control del país y que ahí no hay inseguridad, es precisamente, incertidumbre”, explica Flores, que matiza que “la deriva de su gobierno es una realidad, y esto hace que seguramente el dinero vaya a ser más cauteloso y les va a provocar dificultades para captar inversión extranjera. Habrá un freno a la entrada de inversiones”.