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Economía
Operación corporativa

BBVA sólo puede aspirar a hacerse con un 25% de Sabadell en la OPA: el 75% aprueba la venta de TSB

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El BBVA sólo puede aspirar a día de hoy a hacerse con el 25% del capital de Banco Sabadell en la OPA. Se daba por descontado que los accionistas del banco catalán aprobarían la venta de TSB al Banco Santander y el dividendo extraordinario que repartirá con esos ingresos, pero el apoyo ha sido abrumador: la totalidad del capital que ha acudido a la junta de accionistas de este miércoles, el 74,8%.

Como es sabido, esta venta  de su filial británica es una de las medidas de defensa contra la OPA del BBVA más importantes que ha puesto en marcha el Sabadell. No tanto por la operación en sí -como ha insistido el CEO del banco catalán, César González-Bueno, «la operación es buena con OPA o sin OPA»- sino por el dividendo de 2.500 millones que podrá distribuir con esos ingresos y que sólo cobrarán los accionistas que no acudan a la oferta.

Y éstos han respondido masivamente apoyando tanto la operación como el pago que conlleva. Si extrapolamos que ese 74,8% del capital no va a acudir a la OPA para poder cobrar el dividendo, en consecuencia sólo el 25,2% restante estaría dispuesto a aceptar la oferta y sería el máximo que podría comprar el BBVA. Es decir, la OPA está abocada al fracaso.

Además, hay que tener en cuenta que la prima sigue siendo negativa (valen más las acciones del Sabadell que las que ofrece el BBVA a cambio), si bien se ha reducido algo en los últimos días, y que los accionistas que acudan a la OPA deberán pagar impuestos como si vendieran en Bolsa, como adelantó OKDIARIO.

Como también adelantó este medio, el BBVA está dispuesto a conformarse con menos del 50% de los derechos de voto a los que está condicionada la OPA. Ahora bien, pretende hacerse con al menos el 30% del accionariado, para lo cual necesita que la CNMV le dispense de lanzar otra OPA en efectivo por el porcentaje restante (y ello implicaría aceptar que la oferta actual se hace a «precio equitativo»).

Sin embargo, el mensaje de los accionistas del Sabadell de este miércoles es que ni siquiera va a alcanzar ese 30%, que es la definición legal de accionista de control. Y si posteriormente quiere rebasar ese umbral, tendrá que lanzar en cualquier caso una nueva OPA.

En esta situación, el presidente del BBVA, Carlos Torres, se enfrenta a una decisión diabólica entre tres alternativas:

  1. Conformarse con ese 25% (sería el principal accionista en todo caso) sin opción de superar el 30%.
  2. Subir el precio de la OPA como espera el mercado -de ahí la prima negativa-, aunque al ser un canje de acciones, lo que suba por un lado puede perderlo si la cotización del BBVA baja como reacción a esta medida.
  3. Retirar la OPA, como pretendía el Gobierno antes de imponer sus condiciones a la misma.

La decisión definitiva deberá tomarla en septiembre, mes al que ha aplazado la presentación de la OPA para que no coincidiera con el período vacacional.