Economía
Banca

BBVA pierde atractivo para los accionistas de Sabadell y el mercado ya duda del éxito de la OPA

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Las cosas se complican para el BBVA en su intento de comprar el Banco Sabadell: ha sufrido un duro castigo en Bolsa tras presentar sus resultados semestrales, lo que reduce su atractivo para los accionistas del banco catalán en la OPA hostil. Además, las firmas de análisis y de gestión de patrimonios empiezan a cuestionar seriamente el éxito de la operación.

El BBVA cayó en Bolsa el 4,63% el miércoles, el día en que dio unas cuentas que no convencieron a los inversores. Y ayer volvió a derrumbarse un 5,09%. En ambas sesiones, arrastró al Sabadell a la baja, ya que las cotizaciones de ambos están ligadas por la ecuación de canje. Por el contrario, el día en que Sabadell presentó sus resultados fue el valor que más subió del Ibex, el 2,05%, y en ese caso impulsó al alza al BBVA.

Lógicamente, cuanto más baje la cotización del BBVA, menos valor tendrán los títulos que recibirán los accionistas del Sabadell que acudan a la OPA, al tratarse de un pago con intercambio de acciones y sin ninguna parte en efectivo. Es decir, ahora es menos atractivo acudir a la oferta para ellos. Y desde que se anunció la primera propuesta de fusión, el valor conjunto de los dos bancos ha disminuido por el peor comportamiento del BBVA.

Si desde el principio había dudas sobre el éxito de la OPA por la oposición de los accionistas individuales, muchos de ellos también clientes del Sabadell, con estas caídas esas dudas se han multiplicado. «En el mercado el rumor es que la OPA no sale. No acudirán todos los accionistas, están haciendo mucho lobby con los minoritarios que son clientes suyos para que no vendan», sostiene el country manager en España de un banco privado internacional.

El accionariado del Sabadell está dividido casi al 50% entre minoristas e institucionales (fondos de inversión), por lo que la clave del éxito de la OPA reside en estos últimos. Y este grupo tomará la decisión en el último momento cuando llegue el período de aceptación -que depende de cuándo se pronuncie la CNMC, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia-. Pero, de momento, empiezan a surgir serias dudas entre estos inversores.

«No podemos descartar la posibilidad de que la CNMC lleve el proceso a la fase 2 (aunque el BBVA no lo espera). Dicho movimiento puede alargar el período de aprobación significativamente e incluir potencialmente remedies (condiciones) que pueden reducir notablemente las sinergias anunciadas», advierte JB Capital.

OKDIARIO ya adelantó que algunos fondos de la City de Londres creen que, en caso de que la aprobación de la OPA pase a la fase 2, el retraso hará inviable la operación. Y éste es el escenario más probable, a juicio del consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno. Y, en el caso de que la CNMC la apruebe con condiciones, González-Bueno plantea que se desgaje una parte del Sabadell y se venda a otros bancos para mantener la competencia en el negocio de pymes.

Dudas sobre las sinergias

También se cuestiona la capacidad del BBVA de obtener las sinergias prometidas. En los resultados del primer semestre, los costes fueron peores de lo esperado, lo que siembra dudas de que sea capaz de conseguir los ahorros (las sinergias) esperados, de 850 millones de euros. Además, de esa cantidad 300 millones corresponden a gastos de personal, lo que implicaría despedir a 4.000 empleados del Sabadell, más del 20% de la plantilla, como adelantó OKDIARIO.

Por otro lado, el BBVA sigue rechazando el escenario de que el Gobierno vete una fusión de los dos bancos tras la OPA, escenario que es el más probable por el rechazo explícito del Ejecutivo a la operación. En ese caso, el propio consejero delegado de la entidad, Onur Genç, reconoce que no podrán conseguir todas las sinergias esperadas.

Por último, el Sabadell ha dado unos resultados muy buenos y ha elevado la remuneración al accionista a 2.900 millones en dos años, con el anuncio de que la mejorará todavía más si el negocio sigue yendo tan bien. Su mensaje es que es más rentable para el accionista seguir en el Sabadell en solitario que quedarse con el 16% del BBVA.

Con las dudas sobre el plazo en que se aprobará, la cotización a la baja, el rechazo de los minoritarios del Sabadell, la casi certeza de que no se aprobará una fusión, las dificultades para conseguir las sinergias anunciadas y el contraataque del Sabadell, no es de extrañar que los institucionales se cuestionen acudir a una oferta que inicialmente apoyaban por principio. Y que el mercado tenga muchas dudas sobre el éxito de la misma.