Economía
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El Banco de España advierte de una reducción del consumo de los hogares y menor ahorro por la inflación

Las familias estarían anticipando un dinamismo significativamente menor de su consumo en términos reales y unas tasas de ahorro ligeramente más reducidas tras el inicio de la guerra en Ucrania y ante el actual episodio de fuertes presiones inflacionistas, según el informe ‘El impacto del repunte de la inflación y de la guerra sobre las perspectivas económicas de los hogares españoles’, publicado este martes por el Banco de España.

El conflicto bélico ha incidido de forma significativa sobre las perspectivas relativas al consumo de los hogares, que anticipan ahora una evolución menos favorable de sus rentas, de su posición patrimonial y de la situación económica general que antes de la guerra, de acuerdo con el estudio.

Además, la percepción de los hogares acerca de su acceso al crédito también se ha deteriorado desde el inicio de la guerra en Ucrania, en un contexto en el que, además, estos agentes anticipan un repunte en el coste de los préstamos en los doce próximos meses, en línea con la senda ascendente de los tipos de interés del mercado monetario. Tras la guerra, la senda alcista que mostraban las perspectivas de los hogares sobre el avance de su gasto nominal se ha frenado y la brecha entre este avance y el previsto para sus rentas se ha ampliado respecto a principios de año.

Por ello, los hogares prevén absorber parte del aumento de precios mediante un ajuste a la baja en sus tasas de ahorro, en la medida en que dispongan de este margen de maniobra, ante un episodio de fuertes presiones inflacionistas como el actual. El análisis del Banco de España muestra que la revisión al alza que, desde mediados de 2021, presenta la inflación esperada por los hogares se ha trasladado a sus perspectivas de gasto en términos nominales, que habían mostrado una tendencia alcista hasta la irrupción de la guerra.

En particular, entre junio de 2021 y mayo de 2022 se ha reducido sustancialmente, en 23 puntos porcentuales, la proporción de hogares que anticipan que el incremento de los precios a un año vista será del 2,5% o inferior. En el caso de las expectativas a tres años, la disminución entre esas fechas es significativamente menor, aunque también considerable (de 10 puntos). En contraposición, ha aumentado el porcentaje de hogares que esperan tasas de inflación superiores al 7,5%, sobre todo en el horizonte de un año (18 puntos), pero también a tres años vista (7 puntos).