Economía
Aceptará posiciones diferentes a la de Berlín en aras de un difícil acuerdo sobre la reforma eléctrica

La antinuclear Alemania apoya la estrategia de Feijóo de alargar la vida de las centrales españolas

Alemania está dispuesta a respetar a los países que hayan optado o tengan pensado realizar nuevas inversiones en energía nuclear, aunque su Gobierno haya renunciado a esta fuente de suministro, en aras de llegar a un acuerdo sobre la reforma del sistema eléctrico europeo, cuya primera intentona ha fracasado esta semana en el consejo informal organizado por el Ejecutivo español en Valladolid. La posición alemana constituye un insólito espaldarazo al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que si gana las elecciones del próximo 23J ha prometido alargar la vida de las centrales nucleares actuales e incluso invertir adicionalmente en mini reactores.

El secretario de Estado de Economía y de Acción Climática de Alemania, Sven Giegold, afirmó el pasado miércoles que su país quiere «fortalecer» la energía renovable porque las empresas y los consumidores necesitan «precios más baratos», aunque «al mismo tiempo» reconoció las distintas opciones y posiciones de otros países. «El mercado energético tiene que asegurarse de que también esos países que continúan invirtiendo en la nuclear tienen, por supuesto, todas las posibilidades de hacerlo», ha defendido Giegold en declaraciones a los medios en la cumbre informal de ministros de Energía que la Presidencia Española de la UE ha celebrado esta semana en Valladolid.

La propuesta energética del partido del señor Feijóo defiende «alargar la vida útil de las cinco centrales nucleares operativas» en España, debido a que representan alrededor del 20% de la generación eléctrica de nuestro país. Esto se haría «en colaboración con sus titulares, siempre bajo la supervisión del Consejo Nuclear» y se facilitaría «la viabilidad económica de la energía nuclear, reduciendo el actual exceso de impuestos, y fomentado fórmulas de contratación mediante un precio fijo estable».

Adicionalmente, la estrategia del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, para impulsar la energía nuclear se basa en la instalación de «reactores nucleares modulares pequeños» así como de turbinas de nueva generación en las actuales centrales con el fin de aumentar la oferta de suministro y contribuir a reducir los precios. Este es una de las principales novedades del plan energético alternativo que el PP presentó durante el pasado septiembre -cuando fue enviado a La Moncloa- y el secreto que esconde la palabra «potenciación» de la energía nuclear que aparece entre sus medidas, según los expertos del partido que están detrás de la elaboración del documento.

Además de alargar la vida de las actuales centrales nucleares, estos llamados reactores modulares pequeños (SMR en la terminología inglesa) se instalarían en los centros de producción actualmente existentes, tendrían una vida útil de 60 años y una potencia media de 300 megavatios eléctricos cada uno. Las fuentes del equipo del PP consultadas por OKDIARIO matizan que la apuesta debería concretarse «en cuanto las condiciones lo hagan posible».

El secretario de Estado alemán aseguró que su país hará todo lo posible por llegar a un acuerdo sobre la reforma europea del sector, aunque reconoció que actualmente esto es lo más parecido a tener «un elefante en la habitación», y que es muy improbable que se pueda alcanzar un pacto en el mes de septiembre como quiere la vicepresidenta española de Transición Energética, Teresa Ribera. En ese sentido, informó de que mantuvo reuniones bilaterales para «tratar de ayudar» a lograr un compromiso y que también ha hablado con sus colegas franceses sobre sus posiciones -en alusión a la posición de París de seguir avanzando en energía nuclear-. «Todavía hay un largo camino por el que avanzar para llegar a un compromiso amplio», señaló.

Por otro lado, el secretario de Estado alemán cree que Europa está en el buen camino para cumplir con la agenda verde, y en materia de cambio climático ha destacado que Europa ya ha votado la mayoría de las leyes «clave» y va en la senda de garantizar el camino de mantener el incremento de temperatura en 1,5ºC «con eficacia y determinación».

En cualquier caso, el acuerdo sobre la reforma del mercado eléctrico tendrá que esperar y los intentos de la ministra Ribera para conciliar las diferentes posturas no han bastado para desbloquear el conflicto durante la cumbre de Valladolid. El principal problema sigue siendo la aplicación de los ‘cfd’ (contratos por diferencia) a las centrales nucleares francesas ya existentes. Es decir, que el Gobierno de París pueda intervenir el precio de la electricidad de origen nuclear para garantizar un precio inferior al de las energías renovables que están proliferando en toda Europea y especialmente en España.

Si la posición de la presidencia española es violentamente antinuclear, no se aprobará, reaccionó la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, entrevistada por la agencia francesa AFP. Lo que está fuera de toda duda es que dado el actual equilibrio de fuerzas y la posición acomodaticia de Alemania, la estrategia pro nuclear del candidato Feijóo ha salido muy fortalecida y mina los argumentos ecologistas y medio ambientalistas excluyentes que sostiene el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.