Economía
Okupación

Adiós al problema de la inquiokupación: acaban de desvelar los 3 trucos infalibles para blindarte contra a ella

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

La okupación es uno de los grandes males de España y, aunque se hagan leyes para intentar luchar contra el problema, la situación de desamparo es asombrosa. Uno de los fenómenos más graves es el de la inquiokupación.

Un error muy común en los medios de comunicación es pensar en el okupa como una persona sin conocimientos sobre la ley. La realidad es justamente la contraria: saben perfectamente qué hacen y cómo hacerlo, y van a aprovechar cualquier resquicio para mantenerse más tiempo en casa ajena.

Esto se ve muy claro en el caso de la inquiokupación. En resumidas cuentas, consiste en alquilar una vivienda de forma legal, pero dejar de pagar el alquiler, negándose a abandonar la casa. Es decir, es una combinación catastrófica entre un moroso y un okupa.

Si bien es cierto que la ley no protege todo lo que debería al propietario, los expertos coinciden en que hay tres medidas muy efectivas para protegerse de posibles inquiokupas.

Cómo seleccionar a un buen inquilino para evitar inquiokupas

Antes de formalizar un contrato de alquiler, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva del potencial inquilino. Esto incluye verificar su historial crediticio, solicitar referencias de alquileres anteriores y confirmar la estabilidad laboral y financiera.

Una investigación minuciosa puede prevenir futuros inconvenientes relacionados con impagos o comportamientos inadecuados, pero esta medida por sí sola no será suficiente.

Hay otras señales que te deberían poner sobre alerta como no querer presentar toda la documentación que le pides, no querer pagar por transferencia bancaria o querer dar más dinero por adelantado.

Aun así, ten en cuenta que los okupas son auténticos especialistas y, por mucho que compruebes su pasado, puedes llevarte una sorpresa negativa.

La cláusula maestra para evitar la inquiokupación

Otro consejo básico es elaborar un contrato de alquiler detallado y ajustado a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Debes especificar claramente las obligaciones y derechos de ambas partes, incluyendo cláusulas sobre el uso adecuado de la propiedad y procedimientos en caso de incumplimiento.

Pero, sobre todo, lo que nunca deberías olvidar es incluir en el contrato una cláusula anti morosos. Consiste en un aviso al inquilino de que, en caso de impago podrá ser incluido en el registro de morosos, con todos los problemas que eso conlleva.

Estas medidas son una protección muy importante contra la inquiokupación. Muchos de los que la cometen son habituales, por lo que no quieren aparecer en estos listados. Negarse a firmarla es una señal de alerta.

Cómo asegurarse de cobrar el dinero si hay un inquiokupa en casa

Por desgracia, hay veces que es mejor asumir la situación. La inquiokupación es un problema gravísimo, pero hasta que la ley nos dé una solución, lo mejor que podemos hacer es contratar un seguro de alquiler.

Este tipo de pólizas no sólo garantizan el cobro de las mensualidades en caso de que el inquilino deje de pagar, sino que también suelen incluir una cobertura legal para iniciar el proceso de desahucio.

De esta manera, contar con un seguro específico permite blindarse ante cualquier imprevisto y actuar con rapidez si surge un problema con los inquilinos.