Economía
Aceite de Oliva

Adiós al aceite de oliva: el aviso de un experto sobre el error que cometemos todos

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El aceite de oliva es un ingrediente fundamental en la dieta mediterránea. Su sabor, textura y propiedades nutricionales lo convierten en una opción saludable y deliciosa. Sin embargo, no es suficiente con comprar un buen aceite de oliva; también hay que almacenarlo correctamente para evitar que pierda su frescura y calidad con el tiempo. A menudo, sin darnos cuenta, cometemos errores al guardarlo que pueden afectar negativamente su composición y sabor.

Uno de los errores más comunes es colocar el aceite de oliva cerca de fuentes de calor, como la vitrocerámica o el horno, lo que puede acelerar su deterioro. También es habitual dejarlo expuesto a la luz o en envases de plástico, factores que contribuyen a su oxidación y degradación. Por ello, conocer las mejores prácticas para conservar el aceite de oliva en perfectas condiciones es clave para disfrutar de todas sus propiedades por más tiempo.

Conservación del aceite de oliva

El aceite de oliva es un producto natural con múltiples beneficios para la salud, pero no todos los aceites de oliva son iguales. Existen diferentes tipos según su proceso de extracción y calidad, lo que influye en su sabor, aroma y propiedades nutricionales.

El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es el de mayor calidad y el más apreciado. Se obtiene únicamente por medios mecánicos y en frío, sin emplear productos químicos. Su acidez es inferior a 0,8 grados, lo que garantiza un sabor puro y afrutado.

Por otro lado, el aceite de oliva virgen también se obtiene de manera natural, aunque su calidad es ligeramente inferior al virgen extra. Su acidez puede llegar hasta dos grados, lo que puede afectar su sabor y aroma.

En un nivel inferior encontramos el aceite de oliva refinado, que pasa por procesos químicos para eliminar impurezas y defectos. Este aceite es prácticamente incoloro e insípido, por lo que se mezcla con aceites vírgenes para mejorar su sabor y obtener el aceite de oliva suave o intenso, dependiendo de la proporción utilizada.

Factores que influyen

Para mantener la calidad del aceite de oliva, es fundamental protegerlo de ciertos factores que pueden alterar su sabor y sus beneficios nutricionales.

Consejos prácticos

Para conservar el aceite de oliva en óptimas condiciones, es fundamental almacenarlo en un lugar fresco y oscuro, lejos de fuentes de calor como la cocina o la luz directa del sol.

Asimismo, es recomendable utilizar envases de vidrio oscuro, acero inoxidable o cerámica, ya que estos materiales protegen el aceite de la luz y del contacto con el aire. Además, es importante asegurarse de que la botella esté bien cerrada después de cada uso para prevenir la oxidación.

Si se compra aceite en grandes cantidades, es preferible transferirlo a botellas más pequeñas, reduciendo así su exposición al oxígeno y prolongando su frescura.

Fecha de caducidad

Aunque el aceite de oliva no caduca de manera inmediata, es recomendable revisar la fecha de consumo preferente indicada en la etiqueta. Con el paso del tiempo, sus propiedades organolépticas, como el aroma, el sabor y la textura, pueden deteriorarse debido a la exposición al oxígeno, la luz y el calor. Esto no significa que el aceite se vuelva perjudicial para la salud, pero sí puede perder calidad y parte de sus beneficios nutricionales, como los antioxidantes y ácidos grasos saludables.

En resumen, para disfrutar del aceite de oliva en su máximo esplendor, es esencial guardarlo correctamente. Al elegir envases apropiados y evitar factores como la luz y el calor, se preserva su frescura.