Una de las grandes noticias que ha dejado la eliminatoria del Real Madrid contra el Chelsea, más allá del pase a semifinales de la Champions League, ha sido la recuperación de Dani Carvajal. El lateral derecho del conjunto blanco ha disputado sus mejores minutos de la temporada ante uno de los rivales que más le podía exigir en el apartado físico. Después de una temporada y media para olvidar, donde las lesiones y los problemas derivados de ellas han mermado su rendimiento, ha hecho el partido que necesitaba, confirmando la mejoría de un futbolista que es fundamental.
El encuentro disputado en el Bernabéu confirmó las sensaciones dejadas por el de Leganés en Stamford Bridge, donde cuajó el que era hasta la fecha su mejor partido de la temporada. En el estadio madridista, ante un rival volcado, volvió a mostrar una gran versión durante todo el encuentro, llegando a cumplir con nota en una posición nueva para él, la de central. En el eje de la zaga le tocó disputar los últimos minutos de la eliminatoria, debido a las ausencias y a los problemas físicos de Nacho, y apenas se notó que era la primera vez en su carrera que jugaba en esa demarcación.
Como hombre de la casa, Carvajal está impregnado de ese ADN madridista que le hace sobreponerse a cualquier tipo de adversidades. Después de una larga etapa en la que las lesiones han condicionado su estado físico y su rendimiento en el carril diestro, pudo demostrar que una vez las ha dejado atrás y se ha reenganchado a la dinámica del equipo, se encuentra cada vez en mejores condiciones. No era nada fácil, después de tantas interrupciones seguidas. Pero, al igual que el Real Madrid, siempre vuelve y, en este caso, lo hizo en un momento clave del curso, con el equipo jugándose la vida en Champions ante el vigente campeón de Europa.
Sus actuaciones ante el Chelsea le han llevado a reivindicarse ante las críticas recibidas a lo largo del curso, después de una temporada complicada para él. El lateral no ha pasado por su mejor momento, debido a las lesiones sufridas en el último año y medio, que le han llevado a variar sus rutinas y su alimentación, tratando de ponerle fin a unos problemas que se sucedían con demasiada frecuencia. Una vez parece haberlas dejado atrás por completo, se va acercando al nivel que le llevó a ser un jugador imprescindible para Ancelotti y Zidane en el pasado, siendo uno de los artífices de las cuatro últimas Champions ganadas por el club.
No se le pueden poner peros a su eliminatoria ante el Chelsea. Ancelotti supo adaptar el equipo para anular a los vigentes campeones de Europa, pero para ello necesitó de la mejor versión de sus jugadores. Entre ellos, se encontraba Carvajal, que cuajó un partido casi perfecto, al igual que en la vuelta disputada en el Bernabéu. Fue en el encuentro decisivo de estos cuartos de final donde tuvo mayor peso, puesto que le tocó adaptarse a unas circunstancias inéditas hasta la fecha para él.
En los minutos finales del encuentro, con 1-3 en el marcador, Ancelotti se vio obligado a variar las demarcaciones de sus defensas. La lesión de Nacho y las sustituciones anteriores de Mendy y Casemiro obligaron al técnico a introducir a Lucas como recambio, por lo que Carvajal tuvo que pasar a ocupar el eje de la defensa. Como si se hubiese desempeñado en esa posición durante toda su carrera, apenas tuvo fallos acompañando a Alaba, permitiendo que el equipo alcance unas nuevas semifinales.
Mejor que los defensas del Chelsea
Las buenas sensaciones dejadas por Carvajal en la eliminatoria de los cuartos de final se reflejan en sus buenos números durante el partido de vuelta jugado en el Santiago Bernabéu. De hecho, en comparativa con la zaga del Chelsea, el madridista sale vencedor con diferencia.
Carvajal superó a Rudiger, que fue uno de los mejores de los de Tuchel, en prácticamente todas las estadísticas medibles. Hizo más despejes que el alemán, así como bloqueos e intercepciones. También puso un mayor número de centros, completó un mayor porcentaje de balones en largo y de duelos ganados, tanto en el suelo como aéreos. Además, perdió menos balones, realizó menos faltas y fue menos veces regateado.
