Bochornoso último cuarto del Real Madrid para cerrar la fase regular de la Euroliga. El conjunto madridista se imponía con claridad al Bayern de Munich, después de cuajar tres grandes parciales, en los que se reencontraron con su mejor baloncesto, pero dejaron escapar un partido que dominaban por por una cómoda ventaja de 17 puntos a falta de diez minutos, para acabar cayendo por 88-97. Una derrota tan increíble como dolorosa y que, además, les condena a medirse con un coco en los cuartos de final, puesto que les lleva a ser cuartos.
Las peores sensaciones de los blancos, que se han manifestado en un nefasto 2022, volvieron a aparecer en el partido decisivo de la temporada. En juego, ser segundos o caer a una cuarta posición a la que se habían condenado tras perder los tres últimos partidos. El comienzo fue esperanzador y convincente, pero de la fiesta en el Wizink, los de Laso pasaron al drama más absoluto.
Desde el comienzo los madridistas trataron de dar un vuelco a las últimas sensaciones. Y lo conseguían. Todos lanzaban y todos anotaban, aunque el Bayern conseguía mantener la distancia gracias a Radosevic y Hunter. Pero la buena muñeca de los blancos desde fuera hacía presagiar que cerrar el partido era cuestión de tiempo.
Con una renta de siete puntos iniciaron los madridistas el segundo cuarto, en el que por fin pondrían tierra de por medio. El castigo desde fuera fue excesivo para los muniqueses, que vieron como los madridistas se marchaban al descanso con un 52-34 en el marcador y con un total de 13 triples encestados de los 22 intentados. Sólo encestaron dos canastas de dos y ninguna en el segundo parcial.
Tras la reanudación, el Madrid continuó con encontrándose cómodo desde la línea de tres. Los blancos no bajaron la intensidad, pese a que el Bayern no le perdió en ningún momento la cara al partido. Redujeron la diferencia en dos puntos, pese a que los de Laso rozaban ya el récord de triples en la máxima competición, al sumar 17.
Apagón total y remontada
El partido estaba más que controlado por el Real Madrid, pero una vez más se vieron arrollados por su rival en los últimos 10 minutos. Lo que se presentaba como una victoria plácida acabó convirtiéndose en una nueva y sonrrojante derrota. Apagón total de los madridistas, que vieron como los alemanes les arrollaban con un parcial de 0-9. Laso se temía lo peor y, efectivamente, acabó consumándose la remontada.
Un parcial de 13-38 en el último cuarto llevó a los germanos a conseguir una remontada imposible. El equipo se hundió en el momento clave y cuando nada apuntaba a ello. La gran versión que habían mostrado a lo largo del partido se borró por completo del parqué del Wizink, para acabar tocando fondo en un último cuarto para el olvido y que les condena a la cuarta posición en la fase regular.
