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SEVILLA VS REAL MADRID: JORNADA 18 DE LIGA

Vergonzoso recibimiento del Pizjuán a Ramos: cánticos de «¡hijo de puta!» y pañolada

Se veía venir. Tras la celebración de Sergio Ramos y su gesto hacia la grada de Fondo Norte del Sánchez Pizjuán, el estadio hispalense ha recibido al capitán del Real Madrid con gritos, insultos y pitos. Desde que se bajó del autobús, los aficionados sevillistas han descargado su ira contra el camero, que ha tenido que volver a aguantar descalificaciones de todo tipo en la que fue su casa. Ya sobre el césped del Pizjuán, durante el calentamiento, la grada dirigió gritos de «¡Ivan Rakitic, lo lo lo!» y «¡Dani, Dani Alves!», además del más famoso de todos «¡Sergio Ramos, hijo de puta!». Un poco más tarde, justo antes del comienzo del partido, más cánticos de «¡hijo de puta!» contra el capitán merengue y una pañolada tremenda en Nervión contra el que fuera su hijo pródigo.

A partir, cada balón que tocaba el cuatro madridista volvían los pitos y los insultos, algo a lo que ya se ha acostumbrado Ramos. La tensión viene de lejos, concretamente desde que Ramos se marchara del Sevilla para firmar por el Real Madrid allá por 2005. En los últimos años parece que se habían calmado un poco las aguas, pero nada más lejos de la realidad. En el partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey, el central madridista tuvo que soportar insultos durante todo el encuentro, y explotó.

Panenkazo dedicado a los Biris

El sevillano asumió la responsabilidad de lanzar el penalti cometido sobre Casemiro, lo tiró a lo Panenka y batió a Soria. Acto seguido, desafió a ese sector que lleva tantos años insultándole y faltándole al respeto, esos ultras a los que el Sevilla protege e incluso defiende. Ramos se señaló su nombre y su dorsal, hizo un gesto con las manos en las orejas y luego, a sabiendas de que no toda la afición sevillista es igual, pidió perdón a todo el Pizjuán salvo a ese Fondo Norte en el que están ubicados los Biris.

Pero la cosa no quedó ahí. El Sevilla solicitó a la Liga que se denuncien los gestos de Sergio Ramos y también pidió a su afición que cesen los insultos contra el jugador. El Real Madrid respondió protegiendo a su capitán, al que calificó como »ejemplar» y para el que pidió respeto y tolerancia. La frase que mejor define todo este turbio asunto es la del propio jugador, que está harto de insultos en la que considera su casa: «Cuando se acuerdan de tu madre desde el primer segundo, esa gente no merece respeto ninguno».