El último triunfo rojiblanco en Barcelona data de 2006

La última vez que el Atlético ganó en el Camp Nou Messi tenía 17 años y Simeone aún era futbolista

La última victoria rojiblanca en Liga en el Camp Nou fue en 2006, cuando Messi era aún menor de edad

El Atlético lleva 20 visitas consecutivas en competición oficial sin conocer la victoria en el estadio del Barcelona

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Fernando Torres y Puyol luchan el balón en la última victoria del Atlético en el Camp Nou. (Getty)
Tomeu Maura

Guardiola, Vilanova, Martino, Luis Enrique, Valverde, Setién y Koeman. Todos ellos tienen una cosa en común: mientras fueron entrenadores del Barcelona el Atlético nunca les ganó un partido de Liga en el Camp Nou. Y es que la sequía rojiblanca en territorio azulgrana se prolonga ya por espacio de 15 años. El último triunfo a domicilio en la Ciudad Condal se produjo el 5 de febrero de 2006, cuando Frank Rijkaard era el entrenador del Barcelona y Leo Messi aún no había cumplido 18 años. Hace tanto, tanto tiempo que Simeone era todavía futbolista en activo en el Racing de Avellaneda y Luis Suárez ni siquiera había abandonado el Nacional de Montevideo para probar suerte en Europa.

Hubo un tiempo en el que eran frecuentes los asaltos del Atlético al Camp Nou. A Paulo Futre era un escenario que se le daba muy bien, pero el que más provecho sacó de los espacios que encontraba al contragolpe fue Fernando Torres. El «Niño» llegó a convertirse en la bestia negra del Barcelona y tanto en la temporada 2004-05 como en la 2005-06 salió de allí con sendos dobletes y sendas victorias. Nadie como él para explotar la potencia de su zancada ante Rafa Márquez y Carles Puyol. Aquel Atlético ponía cada vez en evidencia la autoconfianza de un Barça que se echaba a temblar cuando veía una camiseta rojiblanca.

Pero eso iba a cambiar muy pronto. El 5 de febrero de 2006, con Pepe Murcia sentado en el banquillo colchonero, el Atlético ganó por última vez en el Camp Nou. 1-3, con dos goles de Fernando Torres y otro del argentino Maxi Rodríguez. En el Barça jugó Iniesta, pero también fue titular un pequeño extremo de 18 años llamado Leo Messi. Sólo duró 45 minutos en el campo. Tras el descanso Rijkaard le sustituyó por Santi Ezquerro. No tuvo demasiada trascendencia en el partido, pero esa fue la única ocasión en la que los rojiblancos se encontraron una imagen dócil de «la pulga». Desde entonces ha sido su azote, una leyenda negra que no ha dejado de someterle bajo su yugo gol tras gol, asistencia tras asistencia. El sábado volverá a ser la mayor de sus preocupaciones.

El Atlético sabe que está obligado a cambiar la historia. Ya lo hizo en la primera vuelta al obtener el primer triunfo ante el Barça en Liga en la era Simeone gracias al gol del belga Carrasco. Ahora es necesario dar un paso más y sumar los tres puntos en el Camp Nou porque en el club sospechan que el empate puede no resultar suficiente. En este sentido la victoria del Athletic en el Sánchez Pizjuán del pasado lunes alteró los planes. El equipo de Lopetegui quedó virtualmente fuera de la pelea por el título y se cree que eso puede afectarle de manera negativa en el partido que deberá jugar el próximo domingo en Valdebebas ante el Real Madrid. Por eso el objetivo es sí o sí salir como líder de esta jornada, y eso pasa por derrotar a los de Koeman en su estadio.

Simeone está preparando el partido con las dudas de Lodi y Giménez, ambos con problemas físicos. No pasada nada en el caso del brasileño porque de todos modos no iba a ser titular, pero preocupa la nueva lesión del uruguayo, que en condiciones normales es insustituible. Felipe ha demostrado estar a la altura, pero carece de la jerarquía de Giménez y en una ocasión como la del sábado es imprescindible contar con los mejores. Mientras, el que ha dado un paso al frente es el francés Kondogbia, cuya gran actuación en Elche parece que le va a valer repetir titularidad en Barcelona, con el capitán Koke a su salida. De este modo alguien deberá salir del once para darle acomodo a todos. El francés Lemar o el argentino Correa son quienes más papeletas tienen, aunque la decisión final se la guarda el Cholo hasta última hora. Hay demasiado en juego como para dar facilidades al enemigo.

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