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La última metedura de pata del Barça: Ansu Fati, pichichi de la Ligue 1

Ansu Fati está recuperando poco a poco su excepcional relación con el gol con el que brilló en el Barça y que luce ahora en Francia

El delantero suma cinco goles en tres partidos de liga francesa, a gol cada media hora

El Barcelona confirma su primera crisis

Tres partidos y cinco goles, esa es la carta de presentación de Ansu Fati en su desembarco en Francia, en la Ligue 1 con el Mónaco. Tras superar su última lesión y recuperar su mejor estado de forma, el descarte de Hansi Flick en el Barça, Ansu Fati, es ahora mismo, tras siete jornadas, el máximo artillero del campeonato vecino.

160 minutos de juego repartidos en tres partidos de Ligue 1 ante el Metz, el Lorient y el Niza, una victoria, una derrota y un empate para el Mónaco pero un refuerzo mayúsculo en la confianza de Ansu Fati. El delantero español ha comenzado la competición gala como un vendaval, logrando un gol cada poco más de media hora de juego sobre el césped (gol cada 32 minutos).

Hablamos de nuevo de un rendimiento goleador mayúsculo, sobresaliente, de los que pone de nuevo en el escaparate a un jugador que llamó la atención precisamente por eso, por su descomunal relación con el gol, con la portería rival. Ansu Fati rompió la puerta del primer equipo del Barça a base de goles, a base de oportunidades que aprovechó sistemáticamente con la palabra del gol.

Su capacidad goleadora era tal que, sin una capacidad técnica brillante, de fuera de serie, se le comenzó a comparar con Leo Messi. El Barça blindó a Ansu Fati como si de un diamante en bruto se tratara, veían al joven como el nuevo referente culé, el líder de la próxima década. Desde luego, el delantero apuntaba maneras, su reiterativa cita con el gol hacía pensar en él como un jugador diferente, con duende, tocado por una varita cuando se trataba de disparar a puerta… hasta que se lesionó.

El 7 de noviembre de 2020 supuso un antes y un después en la prometedora carrera de Ansu Fati. El culé tenía roto el menisco interno de su rodilla izquierda y el proceso fue largo y duro, con numerosas recaídas y hasta cuatro pasos por el quirófano para un jugador que por aquel entonces acababa de cumplir 18 años.

Pese a superar aquella tortuosa lesión, Ansu no ha logrado desde entonces ni regularidad deportiva ni física, con continuas lesiones menores que han ido frenando su ritmo cada vez que alzaba el vuelo. Una cesión fallida en el Brighton y una temporada pasada en la que apenas jugó 11 partidos con el Barça, terminaron por poner punto y final a su empeño en seguir en la disciplina culé tras el rechazo de Flick.

Ansu Fati parece haber encontrado en Mónaco el espacio y la paciencia que no tuvo en el Barça, como muestran sus cinco goles en tres partidos en la Ligue 1 en este arranque de competición, tras estar fuera en las primeras jornadas. Pese a que su ritmo en el campeonato doméstico galo es superlativo, tampoco se puede obviar que en sus dos primeros encuentros en Champions League ante el Brujas y el Manchester City ha respondido con goles. Uno ante el Brujas que sirvió de poco (4-1) en algo menos de media hora, y de vació en la poco más de hora de partido que jugó ante el City (2-2). Un gol en 91 minutos en Europa este curso hablan también de la última metedura de pata del Barça.