Un Tour para enmarcar
Ha terminado un Tour de Francia del que se puede decir que no ha sido un Tour cualquiera. A lo largo de la prolija y larga historia de la Grande Boucle han existido grandes momentos. Sin embargo, es unánime el sentir de que hemos vivido una de las mejores ediciones que se recuerdan.
Y el mérito de que así haya sido lo tienen dos ciclistas colosales. Las rivalidades dan mucho de si en el deporte. Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar nos han brindado un espectáculo mayúsculo. Han realzado al ciclismo, un deporte que siempre consigue revalorizarse, a pesar de todas las crisis por las que ha atravesado, algunas especialmente críticas.
Es esta la razón por la que el agradecimiento del aficionado hacia estos ciclistas es coincidente. Su forma de entender el ciclismo y las virtudes de unos recorridos que han impulsado al espectáculo, han logrado mantener una creciente ilusión a lo largo casi de tres semanas.
El más fuerte
Vingegaard se desvela como el antídoto perfecto al ciclista más talentoso del planeta. Pogacar, con todos sus ataques no pudo reducir el primer y determinante ataque de Vingegaard en la rampa del Marie Blanque. Lo intentó el esloveno en numerosas ocasiones, e incluso consiguió reducir el estrecho margen, pero con resultado insuficiente.
La tercera y decisiva semana sentenció antes de hora el resultado final. En la contrarreloj de Combloux emergió un aplastante Vingegaard, que zanjó con una apoteósica e histórica exhibición las dudas que mantenían en vilo al aficionado. Vingegaard demostró ser el más fuerte, y ratificó su estado al día siguiente en el Col de Loze, convertida en una nueva cota maldita para Pogacar.
Los españoles y el Movistar
Se prometía incierto el arranque del Tour con la baja súbita de Enric Mas en el primer día de carrera. Aquel golpe lo ha acusado el Movistar Team que se va de vacío del Tour. No así el ciclismo español, que con los triunfos de Pello Bilbao (6º), Ian Izaguirre y Carlos Rodríguez (5º) reverdeció otras épocas en la segunda semana, que bien nos hacía falta. Colocar a dos españoles en el TOP 10 es un éxito rotundo. Y más valorando que entre los cinco primeros hay tres ganadores de grandes vueltas – Vingegaard, Pogacar y Simon Yates- . que junto a Adam Yates se trata de contrastados ciclistas.
Los telefónicos se la jugarán a un todo o nada con La Vuelta a España, con la salvedad, respecto al año pasado, de que los deberes sí que se trabajaron en la pasada primavera. Los rumores en torno al posible fichaje de Carlos Rodríguez por el Movistar no hacen sino manifestar una insatisfacción en el primer año post Valverde. Si los resultados no llegan en la Vuelta, los acontecimientos se precipitaran forzosamente. El Movistar se verá obligado a mover ficha para evitar consolidar su posición de comparsa de los grandes equipos del pelotón.
La gran noticia se persona en el corredor del todavía corredor del Ineos. No solo por su excelente victoria en Morzine, a lo campeón, sino también porque se han confirmado las mejores previsiones en torno al joven granadino. Carlos Rodríguez es la gran esperanza del ciclismo español. Un joven maduro, a pesar de contar con poco mas de veinte primaveras, que ha demostrado en la bonanza y en la adversidad ser un ciclista solvente y con enorme potencial.
Finalizado el Tour de Francia los ojos se nos van a la Vuelta, que se presenta con un cartel inmejorable. Una invitación apasionante dados los precedentes y que tenemos a poco más de tres semanas. Pero esa es una bonita historia que está todavía por escribirse.
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