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El capitán da otra lección de madridismo

Superhéroe Ramos: jugó en Getafe tras pasar el día con vómitos y suero

Sergio Ramos está hecho de una pasta especial y eso no hay quién lo discuta. El capitán del Real Madrid ha demostrado en los últimos años que está dispuesto a jugarse la salud por el escudo y en el duelo ante el Getafe volvió a dar una lección de compromiso jugando los 90 minutos del duelo después de haber pasado la noche con vómitos y necesitar suero minutos antes del partido.

Cualquier otro jugador habría cogido el teléfono y llamado a Zidane en la noche de ayer para renunciar, pero Sergio Ramos es distinto. El central pasó toda la madrugada del viernes al sábado con vómitos y está mañana se presentó en Valdebebas con las mismas ganas de jugar pero su cuerpo no se lo permitía.

Ante esta situación, el capitán llegó a necesitar incluso de suero, tanto en la mañana como en el vestuario. Porque el equipo le necesitaba. Zidane ya tenía planeado darle descanso a Varane y Jesús Vallejo acaba de salir de una lesión y aún no estaba para ser titular en un duelo donde el conjunto blanco se jugaba media liga. De hecho, el técnico francés le recomendó no jugar pero el defensa no consideró eso como una opción.

De hecho, Ramos estuvo incluso a punto de desmayarse en el vestuario del Coliseum Alfonso Pérez minutos antes de saltar al campo para disputar el duelo ante el conjunto azulón. Pero nadie lo notó sobre el césped. El central volvió a hacer un partido imperial y fue uno de los mejores hombres en el triunfo ante el conjunto madrileño para seguir vivos en la lucha por la Liga.

Zidane confirma los vómitos

Zidane confirmó en la rueda de prensa posterior al choque que Sergio Ramos había vuelto a hacer una heroicidad. El técnico claro dejó claro que «tenía vómitos esta mañana pero que ya está bien aunque un poco cansado». 

Pero esta no es la primera vez que Sergio Ramos tira de compromiso y antepone el escudo a la salud. En marzo del año pasado pasó las horas previas al duelo ante el Athletic Club en San Mamés en el hospital tras sufrir una infección gástrica por la que necesitó suero hasta minutos antes del duelo decisivo por la Liga. Finalmente, el capitán respondió en el campo y fue uno de los mejores jugadores, como contra el Getafe en la tarde del sábado.