¿Por qué el Inter de Milán juega de amarillo la final de Champions?
El Inter de Milán juega de amarillo la final de la Champions League ante el Paris Saint-Germain
El conjunto italiano no juega con su habitual color 'nerazzurro', negro y azul
En directo, final de Champions: PSG-Inter de Milán

El Inter de Milán juega de amarillo la final de la Champions League ante el Paris Saint-Germain, algo que ha llamado mucho la atención en los aficionados al fútbol. El conjunto italiano no juega con su habitual color nerazzurro, negro y azul. Hay dos motivos: el Inter es visitante en la final -no puede coincidir con los colores del local, el PSG- y superstición.
Y es que el Inter de Milán juega esta final de Champions de amarillo. Es su tercera equipación. La primera no la puede vestir porque se parece a la del París Saint-Germain y la segunda, que es blanca, no quiere vestirla por superstición.
En España, el color amarillo se asocia a la mala suerte, pero en Italia no, allí el color gafe es el morado (el color viola). Así, el Inter de Milán juega en Múnich con este color amarillo que es su tercera equipación. El PSG sí disputa la final de Champions con su primera camiseta.
La razón por la que el Inter de Milán juega de amarillo la final de Champions
Táctica, emociones y supersticiones. Todo suma cuando en juego está la Champions League. El Inter disputa este sábado ante el PSG la séptima final de Copa de Europa de su historia, lo hace con una particularidad nunca antes vista en su historia del torneo continental. Vestirá con su tercera equipación, al no poder vestir la primera por la similitud de colores con la del PSG y no optar por la segunda.
El motivo es la superstición. La segunda camiseta es blanca y vistiéndola llegó la única derrota en esta Champions. Cuando se han ataviado de amarillo, con la tercera equipación, nunca han hincado la rodilla. Por ello, los propios jugadores se han decantado por ella. Además, Sommer vistió de ese color en la ida de la eliminatoria contra el Barcelona, que ya es historia nerazzurri.
El amarillo juega también su papel. En España, por ejemplo, el amarillo se asocia a la mala suerte. Pero no es así en Italia, donde el viola, el morado, es el considerado como ‘gafe’, pese a que equipos como la Fiorentina no tengan problemas en vestirlo. De hecho en Italia, ningún actor de teatro, por ejemplo, estrena su obra vestido de viola, pues se considera que dará mala suerte y será un fracaso.