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ATLÉTICO VS BARCELONA: JORNADA 8 DE LIGA

Piqué se lleva una de las mayores pitadas de su vida en el Metropolitano por independentista

Le pitaron a su llegada al estadio. Le pitaron en el calentamiento. Le pitaron cuando sonó su nombre por megafonía. Le pitaron cada vez que tocó el balón. Y no había ni un madridista en la grada, así que esta vez Gerard Piqué no tiene excusa. Le pitaron sin parar en el Wanda Metropolitano, la casa del Atlético de Madrid, uno de los mayores reductos del antimadridismo militante como lo es el Camp Nou. Pero le pitaron por sus palabras y por sus tuits. Le pitaron por independentista.

Gerard Piqué se llevó la mayor pitada de la breve historia del Metropolitano, y una de las mayores de su amplia trayectoria deportiva, por sus manifestaciones contra el Gobierno, la Policía y la Guardia Civil y por sus tuits defendiendo el referéndum ilegal del 1-O en Cataluña. Y esta vez no había ningún madridista en el estadio.

La excusa de «me pitan porque soy del Barça y en toda España la gente es del Madrid» ya no sirve. A Gerard Piqué la gente no le aguanta ni en el Bernabéu, ni en el Metropolitano ni si tuviera que ir al Carranza tampoco. A Piqué le pitan por ser como es y por lo que representa. Los silbidos, mayoritarios, unánimes, de la afición del Atlético y el Metropolitano plagado de banderas de España no son sino un mensaje muy claro para Piqué y para tantos y tantos independentistas: la gente se ha hartado de sufrir en silencio y de aguantar que las ideas de unos pocos se impongan a las de muchos.

Así que a Piqué le tocó sufrir en el Metropolitano lo que le va a tocar sufrir en todos (o casi todos) los campos de España.