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Negociación abierta con el emirato

Los petrodólares también seducen a la Euroliga: podría incorporar a un club de Dubái

La llamada de los petrodólares es demasiado fuerte y la Euroliga ha sido la última organización deportiva que se ha dejado seducir por sus cantos de sirena. Una delegación del torneo europeo encabezado por su nuevo presidente, Dejan Bodiroga, y su director general, Marshall Glickman, se ha desplazado hasta Dubái para negociar la posible entrada de un club de emirato en la competición a cambio de un suculento patrocinio económico.

Esta ampliación de la Euroliga a Oriente Medio sería revolucionaria, pero la propia competición ha salido al paso de las informaciones aclarando que el proyecto todavía se encuentra en una fase inicial. Así lo ha manifestado Glickman a través de un comunicado, después de ser agasajado por altos representantes del emirato.

«Quiero agradecer al Sr. Abdulla Al Naboodah, presidente y propietario del Club de Baloncesto de Dubái y a los representantes de la ciudad de Dubái y de ASM Global por haber acogido a la liga y a los 13 clubes accionistas en el magnífico Coca-Cola Arena. El objetivo de la visita era intercambiar ideas e identificar oportunidades de colaboración potencial. Por supuesto, estamos entusiasmados con el potencial de la Euroliga en los Emiratos Árabes Unidos, pero es demasiado pronto para abordar aspectos concretos. Estamos deseando continuar la conversación», detalló el director general.

Este viaje a Oriente Medio deja a las claras el cambio de rumbo experimentado por la Euroliga, que el mes pasado anunció un cambio en su cúpula directiva. El español Jordi Bertomeu, que ocupaba la máxima responsabilidad desde el comienzo del proyecto, se desvinculó de la competición para dejar su lugar a una nueva bicefalia compuesta por Glickman y Bodiroga , exjugador de Real Madrid y Barcelona.

En este momento, la Euroliga cuenta con 13 clubes con licencia A que les asegura una plaza fija en la competición cada temporada y las otras cinco plazas son rotativas, por lo que tiene margen de sobra para conceder nuevas licencias a otros clubes. Otro de los puntos de la negociación con Dubái plantea la posibilidad de que el Coca-Cola Arena, un lujoso pabellón inaugurado en 2019 y con capacidad para 17.000 espectadores, sea una futura sede de la Final Four.