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El español tuvo que abandonar a 90 kilómetros en el infierno de Yorkshire

Pedersen da la sorpresa y sucede a Valverde como campeón del mundo

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El ciclista danés Mads Pedersen se proclamó campeón del mundo de ciclismo después de culminar con éxito y sorprendiendo a los favoritos una fuga de seis corredores en el circuito de Yorkshire, en una jornada marcada por la lluvia. El defensor del título, Alejandro Valverde, se retiró a 90 kilómetros del final, muy afectado por las condiciones meteorológicas que hicieron de la carrera por el maillot arcoiris un infierno. Los hermanos Izaguirre fueron los mejores españoles en liza, acabando en el pelotón de favoritos que llegó por detrás de los tres medallistas: Pedersen, Trentin y Kung.

Se esperaba un Mundial complicado por el recorrido rompepiernas y la exagerada distancia de casi 300 kilómetros que debían completar los ciclistas, pero las infernales condiciones meteorológicas, con lluvia extrema que obligó a modificar la ruta, convirtieron la carrera por el Mundial en un ejercicio de supervivencia. Cortina, Gilbert, Evenepoel o Bennett tuvieron el dudoso honor al convertirse en los primeros favoritos en bajarse de la bici, una retirada a tiempo a la que se sumó, para tristeza del aficionado español, un Alejandro Valverde absolutamente «helado», tal y como reconoció minutos después.

La ventana de las sorpresas estaba más abierta que nunca, pero corredores de renombre como Van der Poel, Van Amermaet –que quedaba con único líder de Bélgica–, Trentin o Sagan seguían en pie en el pelotón de cabeza, en el que asomaban la cabeza unos notables Ion y Gorka Izaguirre, quienes mantuvieron en pabellón español alto hasta el final.

Visto el panorama, primero el suizo Kung, en compañía de Craddock, y más tarde Pedersen, se destaparon como los outsiders con más opciones al marcharse en fuga por delante de un pelotón que seguía perdiendo efectivos. En la rampa más dura de un circuito que se aprendieron de memoria los corredores, Van der Poel soltó su esperado estacazo para sumarse a los dos escapados en compañía de dos italianos, Trentin y Moscon, que hacían presagiar lo mejor para una selección que no ganaba desde 2008 con Ballan.

Los kilómetros fueron poniendo a cada uno en su sitio y por escasos segundos, Gorak Izaguirre no pudo sumarse a una fiesta que le habría propuesto de inmediato para una medalla en el Mundial. El gran favorito, Van der Poel, añadía un capítulo más al drama de Yorkshire al reventar de forma inesperada en un terreno aparentemente favorable para él. La nueva bestia del ciclismo mundial no iba a proclamarse campeón del mundo.

Pedersen da la sorpresa

Todas las miradas pasaban a centrarse en Trentin, aparentemente el más fuerte, el más fresco y el más rápido, pero el italiano dio pistas sobre una debilidad que no había hecho acto de presencia anteriormente al echarse agua sobre las piernas para tratar de amilanar los calambres que agarrotaban a las armas que debían darle el arcoiris. Por entonces, Kung había hecho ceder a Moscon con un ataque que permitía al suizo, a Pedersen y a Trentin respirar al saberse ganadores de una presea.

El sprint final decidiría una carrera rota, en la que todos se convirtieron en héroes de un espectáculo para recordar que aún guardaba una última sorpresa. El danés Mads Pedersen, de tan sólo 23 años, le arrebataba contra pronóstico a Trentin el título de campeón del mundo con un sprint en el que olvidó el dolor de piernas, la interminable lluvia y los más de 250 kilómetros recorridos que recordará para siempre y que le ahora premian durante un año con el maillot arcoiris que distingue al campeón del mundo.