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Ramón tenía razón

La patada hacia adelante de Laporta

El lío es permanente en el Barcelona. A veces resulta difícil no perderse ante la sucesión de acontecimientos que ocurren y que condicionan el normal funcionamiento del club. Laporta se afana en buscar soluciones para poder atender las demandas deportivas de Xavi mientras lidia con una situación tremendamente compleja a nivel económico.

Ya saben que el Barça vendió el año pasado el 49% de Barça Studios por 200 millones a Orpheus Media (Roures) y Socios.com. Estás empresas tenían el compromiso de pagar 60 millones antes del 15 de junio, pero incumplieron su comprmiso provocando el bloqueo de Fair Play de la Liga y aumentando la sospechas de que la venta de 2022 tenía sólo un fin instrumental para poder inscribir.

Desde ese momento, el Barça no ha dejado de buscar otro comprador que asuma una parte muy importante de lo adquirido por estas empresas. Tras especularse con un fondo mexicano absolutamente desconocido en el sector, el Barça anunció un acuerdo con un fondo alemán y otro chipriota que adquirían el 29% de Barça Studios por 120 millones. De esa cantidad, 60 millones se adelantarían este verano para superar el bloqueo. Parecía razonable todo.

A 31 de agosto no ha llegado todo el dinero previsto y la única solución que parece encontrar el Barça es la presentación de un aval por parte de la directiva. Dicha garantía, prevista en el artículo 92, permitiría la inscripción de los jugadores pendientes e incluso de fichajes como Cancelo o Joao Félix.

Como digo, al ser una solución prevista en la normativa está revestida de legalidad, pero creo que la Liga se verá forzada a cambiar la normativa ya que en este caso no creo que se respete el espíritu de la normativa. Si el Barça no cobra, Laporta perderá su aval, pero el Barça no habrá cobrado el dinero previsto por una venta que le otorgó 200 millones de límite salarial extra. Toca reflexionar.