Pacquiao: «Solía ser mujeriego, borracho, apostador… Tuve ganas de acabar con mi vida»

Colgó los guantes el pasado lunes, pero Manny Pacquiao sigue siendo un reclamo. El boxeador anunció su retirada a sus 42 años tras 62 victorias. Su vida va a dar un giro radical porque Pacquiao está decidido a meterse de lleno en el mundo de la política en su país, Filipinas, donde ya ha presentado su candidatura a la presidencia.

Pacquiao quiere mostrarse cercano a sus compatriotas, y para ello se ha sincerado y se ha abierto en canal en su entrevista más íntima y profunda hasta la fecha, concedida a ToniTalks. «Estaba solo en mi habitación para una pelea y lloraba desconsoladamente. Estaba leyendo un libro llamado ‘Vida con Propósito’ y la Biblia. En ese momento sentí ganas de acabar con mi vida porque me estaba arrepintiendo de mis pecados», cuenta el ya ex boxeador.

“Me pregunté a mí mismo qué debería hacer. ‘Señor ¿no soy digno? Si pudiera volver el tiempo atrás y deshacer todo lo que he hecho contra ti… Cuando escuché la palabra de Dios me sentí muy feliz’”. Y es que, según ha desvelado el propio Pacquiao durante la entrevista, un tiempo atrás tuvo serios problemas con las adicciones al alcohol o las drogas: «Solía ser mujeriego, borracho, apostador…». Algo desconocido hasta ahora para el gran público y con lo que trata de humanizarse y abrirse, dejando claro que en la carrera de un deportista de élite puede haber serios obstáculos como esos.

Un Manny Pacquiao ahora pasado a la político cuyo último combate se celebró hace apenas un mes. Yordenis Ugás sorprendió al veterano filipino en el T-Mobile Arena de Las Vegas imponiéndose en una pelea que se decidió por decisión unánime (115-113, 116-112 y 116-112). No pudo recuperar el cinturón del peso wélter de la AMB y quizás ese día terminó de decidirse por colgar los guantes y dedicarse a la política presentándose a las elecciones a presidente de su país.