Mourinho sale goleado en su regreso a Stamford Bridge

El Manchester United dejó una imagen pésima en su visita a Stamford Bridge y salió goleado por 4-0 ante un Chelsea que devoró a su rival a base de intensidad y acierto de cara a portería. Pedro, Cahill, Hazard y Kanté fueron los goleadores de un encuentro que confirma el buen momento de los pupilos de Antonio Conte y que José Mourinho tiene muchas cosas que cambiar en su equipo.

En este tipo de encuentros, el inicio suele suponer un periodo de tanteo en busca de abrir los cerrojos y descifrar los sistemas del rival, pero a los 35 segundos Pedro, más listo que nadie, aprovechaba la falta de entendimiento de la defensa del United y una salida en falso de De Gea para adelantar al Chelsea para delirio de los aficionados presentes en Stamford Bridge.

No era el guión esperado ni tampoco el ideal para José Mourinho, que repetía con Paul Pogba en una posición más adelantada, con mayores responsabilidades ofensivas, en la que volvió a no carburar de inicio. El francés fue invisible, al igual que Ibrahimovic o los canteranos Lingard y Rashford, dejando a Valencia, con sus subidas por la derecha, como única fuente de peligro de los red devils en los primeros 45 minutos.

El Chelsea, que había pausado el ritmo, dejando a Diego Costa y Hazard sueltos en busca de una acción individual, iba a encontrarse con su segundo tanto en un lanzamiento de córner en el que Cahill aprovechó un barullo para introducir el balón en la portería rival. Las reacciones de Conte y Mourinho lo decían todo. Solo había un equipo sobre el campo, en intensidad, disposición y suerte.

El tercero pudo llegar antes del descanso, pero primero De Gea, enmendando mínimamente su error inicial, y luego el fallo en el remate de Costa, lo impidieron. También lo buscó Ander Herrera con un sorprendente disparo desde fuera del área, que desbarató Courtois con una doble parada de mérito.

El Chelsea hizo sangre

La lesión de Bailly, que estaba sufriendo muchísimo ante Costa, dio paso a Marcos Rojo como segundo cambio –antes había entrado Mata–, pero el United seguía mostrando demasiadas lagunas como para pensar en una posible remontada. Lo que sí llegó fue la sentencia a la contra del Chelsea, con Matic como arquitecto y Hazard de brillante ejecutor, con un disparo seco al palo largo ante el que nada pudo hacer De Gea.

El Manchester había caído en la trampa de un Antonio Conte que no quería parar la fiesta. Sus jugadores, desatados al ver que todo les salía bien, siguieron dominando hasta fabricar el cuarto gol, obra de un Kanté que se disfrazó de Messi para romper a Smalling y batir a De Gea por bajo.

El honor y el orgullo del United amagaron con una reacción que ya no valía para nada, visto el abultado marcador que campaba en Stamford Bridge, que usó el tiempo restante en ovacionar a sus estrellas, entre ellas Diego Costa, que fue de los mejores a pesar de no anotar, y que dejó la imagen del partido con su reconciliación con Conte.