Mourinho elimina a Xabi Alonso y vuelve a otra final europea

La Roma aguantó el vendaval de ocasiones del Bayer Leverkusen y son finalistas de la Europa League (0-0). Con este empate les vale el gol de Edoardo Bove en la ida de las semifinales para meterse en el duelo final por un título que buscarán conquistar por primera vez en su historia en Budapest. Por tanto, José Mourinho le ganó la partida a su antiguo pupilo, Xabi Alonso, y lleva al conjunto romano a una nueva final, después de alzar el trofeo de la Conference League el año pasado.

Los romanos empezaron fuertes y avisaron antes del minuto dos. Pellegrini recibió un pase en la frontal del área y, aunque remató algo forzado, cuajó un buen disparo que salió lamiendo el poste derecho de la meta germana, poniendo a temblar al BayArena. Pero si algo estaba claro tras lo sucedido en la ida y el acercamiento de los visitantes es que el Leverkusen tenía que despertar. Y lo hizo.

La mayor baza ofensiva de Xabi Alonso, Diaby, sorprendió por completo a la defensa romana y estuvo cerca de igualar la eliminatoria con un disparo desde el borde del área que impactó en el larguero. Esta sólo fue la primera de muchas intentonas de los alemanes. Minutos después, iban rondar de nuevo la portería de Rui Patricio, con un disparo de Demirbay que despejó el meta portugués, una acción replicada en varios momentos del partido.

El equipo de Mourinho jugó con fuego durante toda la primera mitad y los alemanes lo iban a intentar de todas las formas posibles. Además, los italianos vieron como uno de sus mejores hombres, Spinazzola, caía lesionado minutos antes del descanso. Rodeado de caras de preocupación entró Zalewski para subsanar esa sensible baja.

Un ejercicio de resistencia

Sin embargo, la Roma resistió y consiguió marcharse al descanso con la eliminatoria de su lado, sólo tenía que aguantar 45 minutos más para meterse en la final. Para completar la misión, Mourinho metió más músculo con Wijnaldum en el campo y retiró a uno de sus nueves, Bellotti. El segundo acto comenzó bajo la niebla de Leverkusen y, cuando el terreno de juego volvió a ser más visible, llegó un nuevo arreón de los germanos.

Los locales fueron un martillo pilón también en la segunda parte. Demirbay  volvió a probar desde lejos con su zurda pero Rui Patricio volvió a tirar de veteranía para despejar el balón a córner y salvar los muebles para su equipo de nuevo. Y no sería la única, porque luego Azamoun enganchó un remate desde la frontal que se marchó fuera por poco.

La Roma finalista

Para nada sirvió el esfuerzo porque la fortaleza romana consiguió aguantar hasta el último instante las embestidas del equipo de las aspirinas. Con este resultado, los de Mourinho se meten en la final de Budapest del próximo día 31 de mayo, donde buscarán su segundo título europeo en dos años. De ganar la Europa League, se harían con un trofeo inédito en sus vitrinas.