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Sólo van a por jugadores libres

El mercado de fichajes pone en su sitio al Barcelona

El fichaje de Oriol Romeu por el Barcelona refleja a la perfección la cruel realidad del conjunto azulgrana. El verano comenzó con las aspiraciones por todo lo alto. Soñaban con Kimmich o Zubimendi, pero poco tardaron en darse cuenta la imposibilidad de acometer aquellas operaciones. Después buscaron algo más asequible, donde entraban Ruben Neves o Brozovic, pero ambos optaron por irse a Arabia. Y finalmente llega la opción ‘low cost’. Canterano, culé, barato y con gran calidad para ocupar el gran vacío que dejó Sergio Busquets. 

Y es que Xavi Hernández trató de convencer a Sergio Busquets para que continuara una temporada más, pero a sus 35 años consideró que su etapa como culé había terminado. Con la marcha del mejor ‘5’ de la historia del club, al técnico de Terrasa le tocaba buscar un nuevo futbolista. La tarea no era fácil debido a la delicadísima situación financiera que arrastra el club.

El verano comenzó un objetivo claro a la par que ambicioso. Y ese era el de traer a Kimmich, una de las figuras más importantes del Bayern de Munich y quizás uno de los mejores futbolistas del planeta en su posición. Pero una cosa era el deseo de Xavi y otro era la realidad del club. Joan Laporta no pudo conseguir el gran deseo de su entrenador por lo que comenzaron a barajar otras opciones. No sin antes pensar en Zubimendi. No obstante, la clausula de unos 60 millones de euros que tiene para salir de la Real Sociedad, sumado al gran deseo del jugador vasco de jugar la Champions con el club de su vida hacían todavía más complicada la contratación.

Por lo tanto, el Barcelona comenzó a bajar sus pretensiones. Marcelo Brozovic era el siguiente objetivo, pero Arabia Saudí, los petrodólares y los millones volvieron a arruinar la planificación de un Barça que comenzaba a quedarse sin opciones. Antes también se tanteó a Ruben Neves, pero los árabes también se hicieron con sus servicios.

Opción ‘low cost’

Toda esta cadena de rechazos llevaba a una única solución: Oriol Romeu. El jugador del Girona fue una de las figuras más importantes la pasada campaña, lo que le ha abierto la puerta a un regreso más que inesperado. El español estuvo en el Chelsea y después en el Southampton donde jugó un total de 256 partidos y convirtiéndose en un ídolo.

El Barcelona paga unos cinco millones de euros por Romeu. Un jugador de la casa y donde se le pedirá un rendimiento inmediato, pero sin la presión de una inversión superior como pudiera ser Kimmich o Zubimendi.