FÓRMULA 1

Fin a la pesadilla de Honda: libre desarrollo de motores en 2017

Fernando Alonso subido al MP4-31 de McLaren-Honda en China (Getty)
Fernando Alonso subido al MP4-31 de McLaren-Honda en China (Getty)
Ignacio L. Albero

Como la repetición de las elecciones el 26J, la temporada de los Lakers o el último anillo de Peyton Manning en la NFL: se veía venir. Sin todavía el sello de la FIA, la eliminación del sistema de tokens era oficioso por los mentideros del paddock. Cyril Abiteboul, jefe de Renault, fue el primero en irse de la lengua allá por febrero: «El sistema de tokens será eliminado». Era la presentación de su tractor amarillo y alguno podía pensar que el champán consumido aquel día era de Hacendado.

Chandon, patrocinador de McLaren-Honda, no hubiera permitido tal agravio por parte de sus compañeros de fatigas, Renault. El descorchado de botellas habrá resonado en Woking y Sakura, conocedores del reciente comunicado de la FIA. Fin al sistema de tokens en las unidades de potencia. La desdicha congelada de Honda ya tiene la condicional para abandonar el frigorífico. Los sueños de Fernando Alonso pueden empezar a vestirse de ingenieros con mono blanco y negro. McLaren encuentra, como canta Vetusta Morla, la esperanza en la deriva.

Mercedes ha cedido a la presión en los despachos y la pesadilla de nombre ‘tokens’ encontrará su final en 2017, y se prolongará hasta 2020, para todos los mortales que no se apelliden como los de Brackley. Ferrari y, sobre todo, Honda y Renault podrán implementar los tediosos V6 Turbo con total libertad. Una medida que promete un paraíso perdido de espectáculo y emoción a una Fórmula 1 que lucirá nueva plataforma en 2017.

Más ruido, más baratos y más igualdad

Así arrancaba el comunicado oficial: «La FIA está contenta de poder anunciar que tras trabajar conjuntamente con los cuatro fabricantes de motores involucrados en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, y con el apoyo del propietario de los derechos comerciales, se ha alcanzado un acuerdo de motores para el periodo 2017-2020». Un acuerdo que tiene cuatro pilares: «Costes y precio del suministro, obligación de proveer, convergencia de rendimiento y al ruido».

Porque no sólo hablamos de libre desarrollo en las unidades de potencia, la viruta invertida será menor: se rebajarán en un millón para el 2017 y tres millones para 2018. En ese mismo año los pilotos sólo podrán utilizar 3 propulsores por temporada. El ruido se incrementará… y, como una enseñanza bíblica, al que pida, se le dará. Porque habrá obligación de suministrar motores por parte de los proveedores al que lo demande.

Tras año y medio encarcelados en un universo de complejos motores lacrados por un discutido reglamento, las cadenas de los tokens se han desligado como Django en la de Tarantino. En la cárcel donde compartían celda con Renault puede haber un túnel hacia el éxito como en Cadena Perpetua. Aerodinámica más agresiva, neumáticos y monoplazas más anchos, libre desarrollo de motores… Amanece, que no es poco, para McLaren-Honda… y la Fórmula 1.

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