El Madrid resucita su mejor versión más auténtica en el debut en Liga Endesa (94-88)

El Real Madrid está de regreso y con su estilo más reconocible. Los blancos ganaron al Morabanc Andorra corriendo, defendiendo y haciendo disfrutar al Palacio de un equipo que va soltando las piernas y que empieza a olvidar el mal recuerdo de la Supercopa. Liderados por un espectacular Fabien Causeur –19 puntos y 28 de valoración–, los blancos vencieron a un conjunto que la temporada pasada ejerció de bestia negra de los blancos.

Los locales comenzaron como un ciclón el duelo. La dupla formada por Thompkins y Causeur castigaron sobremanera el pick and pop de la perezosa defensa del Principado. Las ventajas comenzaron a dispararse, bien cimentadas en la eficacia en el rebote de Ayón y Randolph –17-4 fueron ganando en este aspecto– para alcanzar una renta de 18 puntos que se mantuvo hasta el descanso en 15.

Campazzo y Doncic mezclaron a las mil maravillas en la dirección de juego haciendo olvidar levemente que a Sergio Llull todavía le queda un largo camino para volver. Los dos hicieron un gran trabajo en el puesto de base, pero no todo el pescado se iba a vender tan pronto.

Andorra da el susto

Un parcial de 1-11 al inicio de la segunda mitad reengancho a los visitantes. Al Madrid se le había olvidado algo que le había dado muchos réditos al inicio del choque: defender y correr. El equipo de Joan Peñarroya se puso a un punto de los madridistas al final del tercer periodo, aunque no llegaron a culminar la remontada.

El Madrid, sin embargo, no estaba K.O. ni mucho menos. Empezó a volver a carburar a través del atrevimiento de un grandioso Facundo Campazzo, quien a través de su carácter lideró al equipo en el periodo final cogiendo el balón cuando más quemaba. El argentino y Causeur dejaron una buena tarjeta de presentación en su reentree como madridistas. Ahora habrá que ver si ellos pueden aguantar un ritmo tan frenético a la par que espectacular. Los de Laso volvieron a ganar con sus virtudes y defectos.