Laporta pide a Koeman 15 días mientras busca entrenador

Hay caso Koeman en Barcelona. El entrenador holandés sigue siendo a día de hoy el entrenador del Barça para la próxima temporada tras la reunión de apenas media hora que tuvieron el técnico y su agente Rod Jansen con la plana mayor culé, Joan Laporta, el vicepresidente Rafael Yuste y el director de fútbol Mateu Alemany. El presidente blaugrana, como adelantó TV3, le ha pedido 15 días al holandés para encontrarle un sustituto entre la terna de candidatos que manejan. De no materializar ninguna de sus opciones, Koeman continuaría. Ver para creer.

A juicio del representante del tulipán las sensaciones fueron diferentes, positivas, pese al semblante serio y de preocupación que reflejaban ambos a la salida de su cita en las oficinas blaugranas. En declaraciones para Telegraaf, Jansen manifestó que ambos salieron de la reunión con «buenas sensaciones» y reconoció que en los próximos días «habrá más conversaciones» entre todas las partes. Las posturas en esta historia son claras. Joan Laporta ya manifestó días atrás que, para él, había acabado un ciclo esta temporada. El presidente culé planea y pretende hacer una renovación muy importante del vestuario y el primer paso era dar carpetazo a la continuidad de Koeman, al que sentenció radicalmente tras el batacazo del equipo ante el Levante que echó por tierra cualquier opción de campeonato, pero se ha encontrado con varios problemas que dificultan sus deseos.

Como ya contamos hace una semana en OKDIARIO, el deseo del presidente es echar a Koeman en las próximas semanas pero en estos momentos no tienen bajo la manga a ningún entrenador para relevarle. Ninguna de las opciones que gustan al presidente o que podrían servirle como transición a algo mejor durante la próxima campaña o bien no están disponibles o son económicamente imposibles. A varias barreras que no puede levantar el Barça en estos momentos, la financiera es muy pesada y los milagros del barcelonés están limitados.

Hansi Flick era una de las opciones que gustaban a Laporta. El alemán encajaba como anillo al dedo en sus planes. Era uno de los pocos entrenadores con caché que quedaba libre al término de esta temporada, dejaba el Bayern Múnich bajo su propia petición y era libre de negociar con cualquier otro club. Llegaba tarde el presidente culé, ya que el germano estaba prácticamente convencido de aceptar la propuesta de Alemania para dirigir a la selección. Vaciló levemente tras la llamada personal de Laporta pero su decisión ya estaba tomada, relevará a Joachim Löw tras la Eurocopa 2020.

Flick fue opción que apareció pero la primerísima opción de Laporta desde el día que decidió que se presentaría a las elecciones a la presidencia del Barcelona fue Pep Guardiola. Con él tocó el cielo durante su anterior mandato y era su entrenador preferente, con el que mantiene una positiva relación y el que representa todo lo que promulga el presidente para su nuevo Barça. Pero la opción del de Santpedor se desmoronó tan pronto como el Manchester City inició las conversaciones para su renovación. Pep está contento en el Etihad, las cosas vuelven a funcionarle tras el repunte del Liverpool de Klopp, y tiene esta temporada la oportunidad de soñar con la Champions League de nuevo. Era lógico el portazo a su club.

Las otras dos opciones que contemplan en Barcelona son las de Xavi Hernández y Jurgen Klopp, aunque ambos entrenadores son prohibitivos para el club en las actuales circunstancias. El catalán renovó recientemente con el Al Sadd y la posibilidad de sacarlo de Catar parece difícil. Además, en la Junta Directiva hay voces críticas con el ex jugador por el escaso currículum europeo, ya que tiene como única experiencia su labor en la competición catarí. La posibilidad del entrenador alemán se esfumó tan rápido como éste logró encauzar el rumbo de los reds en la Premier y clasificarlo para la próxima Champions League. Había mínimas opciones si se quedaba fuera pero…

También se valoró en el club la posibilidad de Mikel Arteta, actualmente en el Arsenal. Gusta también lo que está haciendo y su filosofía, pero tampoco parece en estos momentos viable en el club, de ahí que la papeleta de Ronald Koeman y su continuidad está cogiendo fuerza. Además, no se debe olvidar el pellizco que supone despedir al entrenador holandés para las arcas de la entidad. 7,5 millones, su sueldo esta próxima temporada, sería lo que le separa de su despido. Y el Barça no está para derrochar.