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El técnico le tenía atado

Laporta y Deco vetaron el fichaje de Isco después de que Xavi le convenciera

Xavi ató para este 2024 a uno de los jugadores más destacados de la Liga, pero se encontró con la negativa de la directiva

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Isco Alarcón podría haber sido este próximo verano jugador del Barcelona, pero Laporta y Deco vetaron su fichaje después de que Xavi Hernández le tuviera convencido y el jugador acabó renovando por el Betis. El centrocampista andaluz es, a día de hoy, uno de los jugadores más destacados de la Liga habiendo conseguido el MVP de la competición en el mes de abril y volviendo a estar en las quinielas para regresar a la selección española.

Fue un capítulo más de las desavenencias entre Xavi Hernández y el dúo Laporta-Deco y se produjo poco antes del parón navideño. El entrenador del Barcelona y los dos dirigentes del club azulgrana se sentaron para planificar la próxima temporada. Sobre la mesa se pusieron las necesidades del equipo, especialmente la de un mediocentro y un jugador capaz de desequilibrar desde la mediapunta, y también se barajaron algunos nombres. Isco, que ya había estado en la órbita del Barça nada más quedar libre del Real Madrid, fue uno de ellos.

A Isco le seducía la idea de fichar por el Barcelona y de volver a disputar la Champions para poder sacarse la espina de sus últimas negras temporadas en el Real Madrid. Sin embargo, cuando Xavi parecía tener al malagueño casi convencido de dar el sí al Barça, tanto Joan Laporta como Deco frenaron cualquier opción de fichar a Isco.

Las amistades de Laporta y Deco

Tanto el presidente como el director deportivo coincidieron en señalar que Isco es un futbolista de un perfil muy similar al de Joao Félix, cedido en el Barcelona por parte del Atlético, y que no querían «coleccionar cromos iguales» en la plantilla de la próxima temporada. Detrás de su decisión también pesaba la figura de Jorge Mendes, representante del mediapunta portugués, que mantiene algo más que una relación de amistad tanto con el presidente como con el director deportivo del Barcelona.

Al final Isco, que acaba de cumplir 32 años, se quedó compuesto y con su fichaje por el Barcelona bloqueado, así que se cansó de esperar y acabó renovando con el Betis hasta 2027 con un contrato garantizado de larga duración hasta los 35 años. El mediapunta, clave en el esquema del equipo de Pellegrini, optó por quedarse en el equipo y con el entrenador que habían apostado por él en lugar de emprender una nueva aventura incierta.

Isco y Sergio Ramos, en el derbi sevillano. (Europa Press)

La realidad es que a Xavi Hernández le encanta Isco pero se impuso la opinión de Laporta y Deco, igual que había ocurrido antes en varias de las crisis que ha vivido el Barcelona esta temporada. El episodio de la convocatoria obligada de Lewandowski y De Jong para el partido de Amberes fue la muestra más fiel de cómo presidente y director deportivo impusieron su autoridad a la del entrenador, que quedó desautorizado no sólo ante la plantilla, sino también frente a la opinión pública.

En las dos últimas temporadas, desde el regreso de Joan Laporta a la presidencia del Barcelona, el club azulgrana, más por necesidad que por gusto, se había abonado a los fichajes a coste cero. Hasta 13 jugadores han llegado libres en ese tiempo al equipo azulgrana: Kessié, Christensen, Gündogan, Íñigo Martínez, Bellerín, Marcos Alonso, Memphis, Eric García, Kun Agüero, Aubameyang, Luuk de Jong, Adama Traoré y Dani Alves. A ellos hay que añadir también las cesiones de Joao Félix, propiedad del Atlético, y Joao Cancelo, jugador del Manchester City.

Isco renovó por el Betis

Por eso la operación Isco encajaba a la perfección en el modos operandi de un Barcelona que sobrevive como puede en una situación cercana a la quiebra técnica en lo que Laporta idea bien una nueva palanca o bien la única solución viable y definitiva que sería la conversión del club, al menos de una forma parcial, en sociedad anónima deportiva.