Ataca duramente a Riqui Puig

Koeman crea otro incendio en el Barça

Ronald Koeman vuelve a atacar a uno de los suyos. El técnico dedica unas duras palabras a Riqui Puig en un momento innecesario, cuando parece que al Barcelona le empiezan a acompañar los resultados

Koeman
Ronald Koeman durante el Barcelona-Levante. (AFP)
Hugo Carrasco

Ronald Koeman se ha abonado a la polémica desde que llegó al Barcelona. La convulsa situación que atraviesa el conjunto culé, lejos de verse aliviada desde su llegada, no ha hecho más que encontrarse con más incendios, provocados en parte por el técnico. O bien por motivos extrictamente deportivos o por actuaciones o declaraciones del holandés, los culés están lejos de encontrar un clima adecuado que ayude a que el vestuario logre salir del pozo en el que se encuentra inmerso. El último enganchón del entrenador ha sido con Riqui Puig, al que ha lanzado varios dardos innecesarios en rueda de prensa.

Si hay algo que caracteriza a Koeman es el no morderse la lengua en ningún momento. No importa la repercusión que tengan sus palabras, ni que pueda generar un nuevo conflicto. El técnico no se calla y dice lo que piensa. Y así lo ha hecho al ser preguntado sobre el canterano, al que ya le dejó claro en su momento que no cuenta con él.

La cruzada que mantiene con la perla de La Masía -al que llegó a llamar filtrador tras una conversación entre ambos que salió a la luz- ha tomado aún más envergadura en la previa del encuentro ante el Valencia. Se le preguntó sobre las diferencias entre Araujo, que se ha ganado su confianza en los últimos encuentros ante la necesidad de un central, y Puig, al que enseñó desde el primer día la puerta de salida. En lugar de regatear la pregunta de la forma más sutil posible, hizo una dura crítica hacia el mediocentro.

La frase con la que definió la situación de uno y otro fue demoledora: «Puede que haya jugadores que no hagan lo suficiente en los entrenamientos para cambiar la decisión del entrenador». Un ataque innecesario, en el que el equipo parece que empieza a retomar -aunque aún con muchas dudas- el vuelo y que puede generar un nuevo cisma en un vestuario ya de por sí muy mermado.

No ha tenido oportunidades

Sea por el motivo que sea, Riqui Puig no ha tenido oportunidades con Koeman. El entrenador le señaló nada más llegar y le comunicó que se buscara equipo para continuar progresando, porque con él no iba a jugar. Algo que sentó como un ataque directo a la filosofía culé, que tiene depositadas en el jugador las esperanzas de recuperar el estilo perdido en las últimas temporadas.

La exigencia del calendario obliga al técnico a rotar para no cargar de forma excesiva a sus jugadores. Sin embargo, Puig sigue sin entrar en sus planes. En total, en lo que va de temporada, ha participado únicamente en cuatro partidos, entrando en todos desde el banquillo y estando sobre el césped un total de 82 minutos.

El jugador se quedó con la intención de hacer cambiar de opinión al holandés, pero el entrenador no está por la labor de dar una tregua en la guerra que él mismo empezó. Y lo está demostrando con su obcecación en no darle minutos pese a que el equipo no encuentra la regularidad.

Buscó las cosquillas a Griezmann y Messi

La bomba sobre Riqui no es la única que ha soltado Koeman desde que llegó al banquillo del Barça hace apenas cuatro meses. El entrenador del conjunto barcelonista no se ha cansado desde entonces de generar conflictos. Las excusas para justificar la mala imagen de los suyos han sido una constante, pero sus ataques no han ido únicamente hacia agentes externos al club.

El entrenador ha llegado a poner en cuestión a miembros de su propia plantilla. Ya sea por sus declaraciones o por sus decisiones, el entrenador ha puesto el foco en ocasiones sobre determinados jugadores, sin temor al efecto contrario que pudiera tener.

No sorprende verle en la sala de prensa criticando los fallos de los suyos tras un resultado adverso. Al igual que es capaz de quejarse de los árbitros y del VAR de forma sistemática, también lo es de poner en cuestión la forma de defender de sus jugadores si es necesario, con tal de no aceptar su parte de responsabilidad. Al igual que no duda en señalar individualmente a varios de sus hombres.

El primero en ser señalado una vez arrancó la competición fue Antoine Griezmann. El francés no terminaba de rendir a un nivel óptimo, al igual que el pasado curso y los constantes tropiezos del equipo de dejaban como uno de los grandes señalados. En lugar de colaborar para evitar un ensañamiento con el jugador, el técnico daba una lección de cómo no gestionar un vestuario al dejarle en el banquillo en partidos importantes como en el Clásico ante el Real Madrid, donde disputó 10 minutos.

Pero no fue el galo a la única estrella que se atrevió a señalar. Koeman ha llegado a poner en duda las cifras de Leo Messi en los últimos tiempos. Cierto es que, al ser consciente de lo que podía generar un desplante al argentino, no tardó en rectificar.

En los meses que lleva en el Camp Nou, Koeman acumula prácticamente más incendios que puntos. Ni siquiera en la mejor racha de resultados de los barcelonistas este curso -que no de juego- evita centrar la atención en un determinado miembro de su plantilla. Riqui Puig es el último ataque de Koeman, aunque viendo los precedentes, sería extraño que fuera el último.

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