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Campeón tras remontar a Zverev (6-3, 2-6, 5-7, 6-1, 6-2)

Un heroico Alcaraz hace historia en Roland Garros

Carlos Alcaraz se proclamó campeón de Roland Garros 2024 tras derrotar en una épica final a Alexander Zverev (6-3, 2-6, 5-7, 6-1, 6-2)

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Carlos Alcaraz, el príncipe del tenis español, asciende a la nómina de reyes del torneo más importante para la historia de la Armada. Alcaraz conquistó por primera vez en su carrera el título de campeón de Roland Garros 2024 después de imponerse, en una mágica final, a Alexander Zverev, por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1, 6-2. Cuatro horas y 18 minutos de épica función fueron suficientes para que el tesón, la determinación y el inabarcable talento de Carlitos permitiera su transformación a Don Carlos en una Philippe Chatrier en la que vuelve a sonar el himno de España, merced al triunfo del heredero de Rafael Nadal, que ya tiene su corona de campeón en París.

Roland Garros vuelve a hablar español y protagoniza un nuevo momento para la historia del tenis patrio, con Carlos Alcaraz como gran protagonista. Bajo el lema de «las finales no se juegan, se ganan», con la épica como acompañante y el talento ejerciendo de argumento, el jovencísimo murciano de 21 años confirma su dominio en el tenis actual y se impone en una final para la historia, por su emoción, a un Zverev más que meritorio, pero que seguirá en blanco en lo que a títulos de Grand Slam se refiere.

52 winners –también 56 errores no forzados– y nueve breaks en 16 oportunidades explican una victoria épica, histórica y de máxima relevancia para Carlos Alcaraz, pero fue la capacidad de recomponerse de los golpes, de nunca dejar de creer, de tirar de «cabeza, corazón y cojones», como le alientan desde pequeño su abuelo y parte de su familia, la que lleva a Alcaraz a colocar su nombre en el palmarés de campeones de Roland Garros. 

Alcaraz empieza arrasando

La apertura de una final de Grand Slam es un momento mucho más importante de lo que parece, no tanto por el resultado sino por poder mostrar o no las cartas que lleva cada contendiente. En el caso de Alcaraz y Zverev, los nervios no pudieron ocultarse en sus figuras, con sendos breaks para empezar de manera rocambolesca el partido, pero sin romper las tablas. A partir de ahí, un jugador despidió las dudas de un plumazo y ese fue Carlos Alcaraz, quien a base de golpetazos de derecha fue abriendo brecha y lograría otro quiebre para colocar un 4-2 muy importante, ya sí, en el resultado del parcial.

Zverev no estaba haciendo una mala labor, pero sin dominar con su saque, se queda en poco en comparación con el tenista más completo del circuito, un Alcaraz que le maniató en los cruzados de drive y definió con su volea a la perfección, haciendo que el público –lo que faltaba– se pusiera de su lado. Más rápido, más fuerte y más preciso, un nuevo break, el tercero en el set a su favor, dejaba finiquitado el primer set, que por 6-3, hacía sonreír a Carlos Alcaraz y le ponía rumbo a su primer Roland Garros.