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Tiempazo de Lewis con el neumático medio

Hamilton y Mercedes asustan con una McLaren sorprendente: 153 vueltas y segundo mejor tiempo

Merodearon ocultos por Barcelona entre una temperatura nada amigable, los reproches constantes a su nombre y un gafe de estudiar en universidades. Primero fue la maldita tuerca, luego los escapes por un tornillo del todo a cien y, al final, para redondear tres días irritantes, apareció la nieve y una sensación térmica de tiritar en cerrado. El jueves, el último día de la primera semana de test, apareció McLaren.

Y es que han sido más de tres años sin encontrarse cómoda en unos entrenamientos de pretemporada. Un tiempo demasiado holgado para la marca homónima de la otra leyenda, Ferrari. Así las cosas, con el problema en la refrigeración solucionada, Vandoorne se pegó una paliza de vueltas durante todo el día: 110. Además encontró rendimiento en la unidad de potencia Renault: segundo mejor tiempo del día.

El McLaren marcaba un esperanzador 1:19.854 con el hiperblando. Es un segundo y medio más rápido del mejor tiempo marcado por su predecesor, el MCL32, la temporada pasada en Barcelona. Datos que deberían levantar una sonrisa a cualquiera. Fernando Alonso también se montó en el bólido papaya: casi 30 vueltas y quinto mejor tiempo en una pista más fría y húmeda.

Pero el titular lo iban a dar los dictadores de este deporte: Lewis Hamilton y su Mercedes. Seguramente con un mano por fuera de la ventanilla, el británico reventó el crono: 1:19.333. Con el neumático medio. Una auténtica locura que levanta un presagio para Australia nada tranquilizador: van sobrados. En exceso.

El Toro Rosso-Honda de Gasly volvió a pegarse un atracón de vueltas… sin rotura. El propulsor nipón no da síntomas de agotamiento y, eso, al igual que el rendimiento en el McLaren, es noticia. Rodó 107 giros con un tiempo discreto: a casi tres segundos del marcado por Hamilton. En Renault se alternaron Carlos Sainz y Hulkenberg: 99 vueltas… y tiempos prudentes. Mucho que trabajar todavía.

El día se fue cerrando entre sombras y nubes que continuaban oprimiendo al sol en Barcelona. La temperatura caía débilmente y la actividad en sala de prensa iba decayendo. Era el fin de una primera semana atípica, lánguida, como una tarde invernal de domingo. Se espera el regreso triunfal del calor en unos próximos días dónde, esta vez sí, empezará el juego de 2018.