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TRAS LAS ACUSACIONES DE DOPAJE

La Federación defiende «la absoluta limpieza» de España en el 12-1 a Malta

La Real Federación Española de Fútbol ha emitido un comunicado desmintiendo las acusaciones de dopaje, por parte de varios protagonistas del combinado nacional de Malta en el histórico triunfo de España por 12-1 aquel 21 de diciembre de 1983, entre los que se encuentran el técnico Victor Scerri y tres de sus futbolistas de entonces: Carmel Busuttil, Emanuel Fabri y Silvio Demanuele. Estos cuatro integrantes de aquel equipo acusaron a los españoles de dopaje 35 años después de aquel encuentro, e incluso insinuaron que les habían drogado.

Ante estas acusaciones, la federación española ha salido al paso para defenderse de estas graves y falsas afirmaciones: «La Real Federación Española de Fútbol rechaza tajantemente las acusaciones vertidas, recientemente, por alguno de los integrantes de la selección maltesa que participaron en el partido que se celebró el 21 de diciembre de 1983, en el estadio Benito Villamarín de Sevilla y que han sido recogidas por distintos medios de comunicación».

«Dichas afirmaciones son rotundamente falsas. Carecen del más mínimo fundamento y son totalmente extemporáneas. La Real Federación Española de Fútbol confirma la absoluta limpieza de sus jugadores, reitera que ha sido uno de los partidos más importantes de la historia de la Selección Absoluta, que concluyó con el resultado de 12 a 1 y que sirvió para que España se clasificara para la fase final de la Eurocopa’84, celebrada en Francia, en la que fue subcampeona», asegura la federación mediante un comunicado en su web.

En última instancia deja entrever que podrían emprender acciones legales por verter acusaciones falsas de aquel encuentro contra todo aquel que pretenda manchar el nombre del combinado nacional. «Por último, solicitamos absoluto respeto para la Selección Nacional, al tiempo que la RFEF se reserva la posibilidad de emprender acciones legales de toda índole contra quienes traten de ensuciar la buena imagen del fútbol español», concluye.

Aquel partido forma parte de los libros de historia del fútbol español. Marcó un antes y un después, ya que supuso la clasificación para la Eurocopa de Francia y puso punto y final al pesimismo que se venía arrastrando tras caer en la segunda fase del Mundial de 1982.