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Adiós a la Castellana que conocías hasta ahora: el cambio empieza hoy y esto es lo que va a pasar

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En el contexto del ambicioso plan de transformación urbana que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid, el soterramiento del Paseo de la Castellana representa uno de los proyectos más relevantes y esperados. Esta gran actuación se enmarca dentro del denominado Parque Castellana, una iniciativa de regeneración urbana cuyo principal objetivo es mejorar la conectividad, la movilidad y la calidad del espacio público en el tramo norte de este emblemático eje madrileño.

Con las obras a punto de comenzar este martes 1 de julio, según ha anunciado la vicealcaldesa Inma Sanz, se pone en marcha el último de los tres grandes proyectos impulsados por el equipo del alcalde José Luis Martínez-Almeida durante la presente legislatura, junto al soterramiento de la A-5 y la reciente cubrición de la M-30 en la zona de Ventas. La nueva infraestructura busca integrar de manera efectiva diversas zonas de la capital, entre ellas el entorno de las cinco torres, el hospital de La Paz, la colonia de San Cristóbal y el futuro centro de negocios previsto en Madrid Nuevo Norte.

Soterramiento del Paseo de la Castellana

El soterramiento afectará a un tramo de 675 metros de longitud con una anchura de 90 metros. Éste nuevo espacio urbano será exclusivamente para el transporte público, bicicletas, peatones y tráfico vecinal de acceso, eliminando el paso de vehículos privados en tránsito. La idea es dar continuidad al eje estructural norte-sur de Madrid, en sintonía con las intervenciones urbanas más innovadoras a nivel europeo.

Con el inicio de las obras, el Ayuntamiento ha confirmado que se han introducido una serie de mejoras respecto al proyecto básico que se licitó. En concreto, se han añadido modificaciones por un valor de 9,8 millones de euros, logrando una optimización del presupuesto global, que pasa a ser de 110,2 millones, una cifra inferior en casi siete millones al presupuesto original. Estas modificaciones afectan tanto al diseño como a los acabados, pero también a los aspectos técnicos y funcionales de la infraestructura.

Movilidad y accesibilidad

Una de las novedades más relevantes tiene que ver con la reorganización del tráfico y la movilidad. En el lado este del nuevo parque se ubicará finalmente el carril bici, que convivirá con un nuevo carril reservado para autobuses urbanos e interurbanos. Esta modificación no solo permitirá una mejor circulación del transporte público, sino que también dará lugar a la creación de nuevas paradas situadas directamente en la acera, lo que facilitará el acceso de los usuarios.

Otra mejora destacable es la construcción de un carril de aceleración específico para los autobuses que se dirigen al Nudo Norte y que continúan hacia la M-607. Esta solución técnica busca optimizar la fluidez del tráfico en una zona habitualmente congestionada. A ello se suman nuevas conexiones peatonales entre ambos lados del Paseo de la Castellana, acompañadas de un refuerzo de la señalización, tanto fija como variable, lo que redundará en una mejor gestión de la circulación durante y después de las obras.

Desvíos y medidas

Consciente del impacto que puede generar una actuación de esta envergadura, el Ayuntamiento ha diseñado una serie de medidas provisionales que permitirán minimizar las molestias durante la ejecución del proyecto.

Por ejemplo, en la vía lateral en sentido norte-sur se añadirá un carril bus a los dos existentes, mientras que en el lateral contrario, hacia el norte, se ampliará la acera para dar cabida a nuevas paradas de transporte público. Además, se incrementarán los itinerarios peatonales señalizados con semáforos en ambos lados del paseo, aumentando el número de semáforos provisionales.

Infraestructuras afectadas y mejoras técnicas

El túnel proyectado discurrirá en paralelo a una infraestructura clave como la galería de abastecimiento del Canal de Isabel II. Por ello, se ha rediseñado el acceso al túnel desde la calle Monforte de Lemos para evitar interferencias con la galería, lo que también ha permitido optimizar la ubicación de las salidas de emergencia, evitando cruces innecesarios bajo el trazado del Canal. Este tipo de ajustes técnicos son fundamentales para garantizar tanto la seguridad de la obra como su integración con el resto de servicios existentes.

Equipamientos urbanos y zonas verdes

En la superficie liberada por el soterramiento, se habilitarán distintas áreas temáticas y zonas diferenciadas, conectadas entre sí mediante caminos accesibles. Se prevé la creación de un parque urbano con áreas estanciales, caminos para pasear, espacios de recreo y una gran plaza central con forma de dos círculos contiguos rodeados de árboles. Esta plaza contará con una gran pérgola de acero y madera de 25 metros de diámetro, cubierta con plantas enredaderas, que servirá como punto de encuentro y zona de sombra.

Junto a la plaza se establecerá un pinar urbano con especies como cipreses, encinas y cedros, conformando un auténtico «bosque urbano» en medio de la ciudad. Dentro de este espacio se incluirán zonas para juegos infantiles, circuitos biosaludables, áreas de calistenia y un kiosco-cafetería, todo pensado para promover un estilo de vida activo y saludable.