El argentino hipoteca al club en el futuro más inmediato

La continuidad de Messi pone en peligro la reconstrucción del Barcelona

El Barcelona gana en lo deportivo con la decisión de Messi de quedarse, pero pierde en materia económica. Los culés tendrán que seguir manteniendo los altos emolumentos del argentino, que superan los 100 millones de euros

La contunidad del argentino hace más difícil la reconstrucción del Barcelona de Koeman

leo messi
Leo Messi se lamenta durante el Barcelona - Bayern. (Getty)
Hugo Carrasco

La decisión final de Leo Messi de quedarse en el Barcelona supone un nuevo palo económico para el club. En lo deportivo el conjunto azulgrana, la Liga y los espectadores salen ganando con la rectificación del argentino,  pero para los culés supone una losa en lo financiero. El precio a pagar por el Barça será alto, como cada año. Y es que cuando sus cuentas pasan por uno de los momentos más delicados de su dilatada historia la salida del jugador les habría permitido contar con un mayor margen de gasto.

Los blaugranas han querido renovar el proyecto deportivo tras la bochornosa eliminación en Champions. A la dramática situación económica se ha sumado la deportiva, por lo que la directiva ha querido aprovechar la oportunidad para hacer limpia en la plantilla, rejuvenecerla y liberar masa salarial. Precisamente, era en este último aspecto donde habrían sacado el principal beneficio con la marcha de Messi.

El astro rosarino es el jugador mejor pagado del mundo. Su ficha puede llegar a alcanzar, entre salario fijo y objetivos, los 60 millones de euros limpios por temporada. Pero el coste real para el conjunto culé, encargado de pagar los correspondientes impuestos a la Agencia Tributaria, es mucho mayor. Mantener a Messi cada temporada en la plantilla le cuesta al club cerca de 110 millones de euros.

Su marcha habría supuesto un alivio en lo que respecta al ahorro en salarios de la entidad. Sólo con los 110 millones que dejarían de gastar en Messi, el Barça podía llevar a cabo una gran reestructuración de su plantilla. En plena crisis económica y con los ingresos mermados, es el mejor momento para fichar a bajo coste, algo que podría haber aprovechado la directiva de Bartomeu en el caso de haber dejado salir al argentino.

El Barcelona necesita fichajes

Lo que más se le ha reprochado al presidente en el aspecto económico son los elevados costes en materia salarial y, ahora, tenía la oportunidad de recular y aligerarlos. Liberando tal cantidad del gasto en sueldos, el club tendría un importante desahogo financiero y podría afrontar con garantías tanto la composición de su nuevo equipo como la incertidumbre existente en cuanto a los ingresos de la temporada que está por empezar.

Cierto es que la marcha de Messi sería imposible reponerla en lo deportivo, pero serviría para darle un cambio de rumbo que dotase de estabilidad al nuevo proyecto, gracias también al ahorro de las fichas de jugadores como Suárez, Vidal o Rakitic. La decisión final del argentino, ante la imposibilidad de encontrar un equipo que sea capaz de cubrir su sueldo y su fichaje, termina de hipotecar el futuro más inmediato del Barça. Un negocio nada rentable para los catalanes, en materia económica.

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