Casadó y su ostracismo con Xavi: «Al principio sí pero luego ya no hablábamos tanto de si jugaba o no»
El centrocampista del Barcelona es indiscutible para Hansi Flick
A las puertas de debutar con la selección española, reveló un calvario vivido con su ex entrenador
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Marc Casadó siempre quedará etiquetado como ese centrocampista que descubrió Hansi Flick y al que no acabó de ver Xavi Hernández. El jugador del Barcelona no formó parte de una de las múltiples apuestas del catalán por La Masía y, pese a que fue él quien le hizo debutar con el primer equipo, nunca llegó a acoplarle en sus planes y siempre primaron otros como Fermín López o Gavi.
La temporada pasada jugó la friolera de cuatro partidos en los que apenas disputó 36 sobre el terreno de juego. Esa fue la participación con Xavi de un Casadó que ahora se ha convertido en indiscutible con Flick, su gran valedor: «Está llevando muy bien la gestión del vestuario. Los que no juegan y los que jugamos estamos muy enchufados y eso es bueno».
A diferencia de una etapa dura con Xavi que le sirvió de «aprendizaje», Casadó ya acumula 15 encuentros este curso y, aunque empezó como suplente por detrás del lesionado Marc Bernal, cuando le llegó la oportunidad de la titularidad no la desperdició y sus juegos y sus números ya asombran al mundo del fútbol.
Tanto es así que es uno de los máximos asistentes de la Liga con cinco, siendo la más destacada de todas la que le puso a Robert Lewandowski en el Santiago Bernabéu en el Clásico contra el Real Madrid, en el que el Barça se impuso por 0-4 gracias en parte a un genial Casadó. En este parón de selecciones de noviembre podría debutar con la absoluta de España de la mano de Luis de la Fuente.
Casadó ni calentaba con Xavi
Y volviendo a su calvario de suplencias con Xavi, lo cual le impedía defender la elástica del filial culé en plena disputa por el ascenso a Segunda División, que finalmente acabó arrebatándole el Córdoba con Casadó llorando sobre el césped de El Arcángel, reveló cómo era su relación con la leyenda de su club: «Al principio sí, pero luego lo normalizas un poco más y ya no hablábamos tanto de si jugaba o no».
«Aprendizajes y creo que eso me está ayudando para hoy», afirmó en una entrevista concedida al Partidazo de Cope, antes de recordar esa dura época de sus inicios con el primer equipo culé: «Jugué cuatro partidos, calentaba alguna vez, pero tampoco muchas. Al principio de la temporada pasada lo pasé peor y después tampoco podía jugar por el filial, que yo quería jugar para seguir aprendiendo».