Los Biris preparan un infierno a Ramos
La enemistad entre el grupo ultra y el capitán blanco se remonta desde que el camero fichó por los blancos en 2005. La Audiencia Nacional ya confirmó el cierre de la grada Gol Norte tras la última oleada de insultos hacia Ramos.
Es una cita marcada en el calendario para la afición sevillista, más bien para ese sector ultra que conforman los Biris. La visita del Real Madrid al Ramón Sánchez Pizjuán es motivo de fiesta entre la hinchada nervionense, la vuelta del hijo pródigo, el regreso de Sergio Ramos a la capital andaluza, se espera con ansias. Puede ser el feudo más hostil al que se ha enfrentado a lo largo de su carrera el central blanco y, como cada episodio en Sevilla, volverá a tronar desde las gradas cada vez que toque el esférico.
Ya calientan desde los foros y redes sociales los integrantes de Biris Norte. La enemistad inexistente entre este sector de la hinchada sevillista y el que fuera canterano de esta casa es total, lleva siendo así desde que el camero dejara la que fue su casa y donde se formó en 2005. 30 millones de euros vistieron de merengue al joven zaguero y desde aquel entonces se le tachó de pesetero. Sus actuaciones desde entonces con el Real Madrid en el Pizjuán no han ayudado a que esto cambie.
Para este partido ya preparan nuevos improperios para el sevillano, no es nada nuevo para Ramos escuchar desde la grada insultos y cánticos hacia su persona o entorno, no es el Pizjuán el único que tiene una cruzada contra él. Pero sí es el estadio nervionense el único que lo hace con inquina y odio. Son muchos los episodios que ha protagonizado allí el capitán blanco, muchos aunque ninguno como el de hace un par de años. Aquel 3-3 en la capital andaluza en Copa del Rey a principios de 2017.
El 3-2 de los blancos, previo al empate de Benzema, fue obra del camero. Su gol a lo Panenka, con la frialdad que acostumbra, sorprendió a David Soria. Sergio Ramos celebraba el gol dirigiéndose a la sección de los Biris, señalándose su nombre y llevándose sus dedos a las orejas. Quería escucharles. El estadio entró en cólera. Pidió perdón al resto de la afición, algo que no se entendió bien en directo, pero el Sánchez Pizjuán en masa clamo contra él. El Madrid eliminó al Sevilla aquella noche. Desde aquel día, el amor-odio se acrecentó.
La Audiencia Nacional ya cerró el Pizjuán
Días después de aquel penalti, concretamente tres, el Real Madrid regresaba al Sánchez Pizjuán en un partido liguero. Aquel encuentro lo acabaría remontando el Sevilla tras un gol en propia de Sergio Ramos y un tanto de Jovetic. Posiblemente fue el encuentro en el que la ira de la hinchada nervionense más ostentosa fue. Se pudo palpar en el ambiente le tirria hacia el central blanco así como oír las innumerables muestras de odio con cánticos e insultos.
Aquello fue denunciado por LaLiga. Se llamó «hijo de puta» en repetidas ocasiones a Sergio Ramos y se sancionó con el cierre parcial de la grada de Gol Norte, la de los Biris, que aquel día ocupaban unos mil asientos. Aquello fue recurrido por el Sevilla, por entenderlo como un «insulto utilizado en la vida diaria» pero, recientemente, la Audiencia Nacional rechazó el recurso de los andaluces confirmando el cierre de la zona del estadio.
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