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Liga Santander: Huesca - Barcelona

Este Barcelona deja frío

El Barcelona venció al Huesca (0-1) en El Alcoraz gracias a un gol De Jong en la primera mitad. Los de Ronald Koeman pudieron llevarse un susto en la segunda mitad y siguen fuera de la Champions

Están a diez puntos del Atlético de Madrid con un partido más y a ocho del Real Madrid con un duelo menos

El Barcelona empieza 2021 con buen pie… pero sufriendo. El equipo de Ronald Koeman venció al Huesca en un partido en el que se adelantó gracias a un gol de De Jong en la primera mitad y en el que acabó pidiendo la hora. El conjunto catalán sigue fuera de los puestos Champions, quinto a diez puntos del Atlético de Madrid con un partido más y a ocho del Real Madrid con un duelo menos.

El Barcelona pisó la gélida hierba de Huesca fuera de los puestos Champions y a la casi inalcanzable cifra de 13 puntos de distancia con el Atlético de Madrid. El equipo de Koeman se ha caracterizado por su gran irregularidad en la primera vuelta de Liga Santander y ahora está condenado a la excelencia de aquí a final de temporada para tener opciones de pelear el campeonato, cosa que parece una utopía visto la crisis deportiva, económica e institucional por la que atraviesa un club inmerso en pleno año de transición.

Porque si en los despachos están mal, sobre el terreno de juego están peor. La nefasta gestión económica auspiciada por Bartomeu ha derivado en un equipo desequilibrado sin fondo de armario que afronta cada partido con la sensación de que puede haber drama en cada instante. Ronald Koeman no ha logrado dar con la tecla en un equipo que se volvía a examinar en Huesca como el que acude a una reválida con el objetivo de demostrar que puede volver a ser sobresaliente. Después de meterse un chute de moral con su victoria de Pucela, volvió a deprimirse en el empate ante el Eibar y en Huesca, ante el último clasificado, se presentaba la ocasión perfecta para remontar el vuelo. Y lo remontó, aunque con matices.

Al rescate del Barcelona, después de alargar sus vacaciones con el consentimiento del club, acudía un Leo Messi que es la imagen viva de un equipo con un vacío emocional tremendo. El argentino se puso el brazalete por primera vez libre para negociar con cualquier club y liderar una alineación titular en Koeman volvía a aportar por la defensa cuatro. Eso y que Griezmann volvía a ser suplente. Esto ya no es noticia pero sigue siendo sorprendente que Braithwaite le gane el puesto a un jugador de 100 millones que hace dos días era campeón del Mundo y aspiraba a comer en la mesa de Cristiano y Messi. Si estaba Dembélé en el once. El francés, como su equipo, te puede salir por cualquier lado.

Dominio absoluto del Barça en la primera mitad

Y salió bien en Huesca. Se puede hasta decir que rozó la perfección. Desde el primer pase monopolizó el control del balón y a los diez minutos ya había tenido dos clarísimas para encarrilar el partido. Primero Álvaro realizó una parada genial ante Pedri y después Messi desperdició el tanto en su partido 500 en Liga. Por si había dudas, parecía que la mejor versión del Barcelona estaba emergiendo y el primero del conjunto culé se estaba cociendo a fuego lento. El Barcelona estaba acosando a un Huesca cuya máxima era buscar a Rafa Mir en largo o darle el balón para que se las ingeniera como pudiera Ontiveros. Esto pintaba de color blaugrana pero estos últimos años la historia culés no ha enseñado que la zozobra puede llegar en cualquier momento.

Pero este no parecía el día de la desidia culé. Otra vez Pedri, Dembélé o Jordi Alba volvieron a tener la ocasión de hacer el primero del Barcelona. El gol estaba al caer. Y cayó. Cerca de la media hora, Messi filtró un balón genial dentro del área y De Jong llegó desde segunda línea pera hacer justicia en el marcador. El Barcelona ya había hecho lo más difícil y encarrilaba un partido en el que estaba dejando unas sensaciones inmejorables. Al César lo que es del César. La mejor versión del año del Barcelona se estaba viendo en Huesca. Puede que el rival no fuera de alta alcurnia pero cosas peores se han visto ante equipos de una categoría similar. El gol culé ni siquiera enervó al último clasificado que ni inquietó la portería de Ter Stegen. Messi pudo hacer el segundo en una espectacular lanzamiento de falta pero Álvaro hizo una parada mejor.

Tras el paso por los vestuarios todo siguió desarrollándose por las leyes de la lógica de un partido que iba encaminado a la victoria del Barcelona. El equipo de Koeman seguía metido sin escatimar esfuerzos mientras el Huesca seguía agazapado en el área para intentar rascar un punto en los últimos minutos. Siovas mantuvo viva la ilusión del Huesca después de sacar bajo palos un remate cruzado de Dembélé. La sentencia culé era inminente y a punto estuvo de consumarla un errático Messi que volvía a desperdiciar otra ocasión al borde del área.

El Barcelona juega con fuego

Hasta que llegó la ocasión del Huesca, su primera del partido. Rafa Mir le sacó un córner a Araujo y el propio delantero se aprovechó de un revuelo dentro del área para rematar de tacón a gol. Como suele ser habitual: Ter Stegen salvó al Barcelona. Quizá era demasiado injusto el empate del conjunto oscense para lo que se estaba viendo en el campo pero el último clasificado metía el miedo en el cuerpo y la renta era mínima. Dembélé volvió a tener el tanto de la sentencia pero no estuvo acertado ante Álvaro.

Con la entrada de Griezmann al campo el Barcelona encaraba los últimos diez minutos del duelo sin sufrir pero con respeto porque se avecinaba ofensiva final del Huesca. Y la hubo. Los de Míchel metieron miedo a base de balones largos pero no estuvieron precisos de cara a puerta. El Barcelona, que mereció ganar por más, jugó con fuego en el último tramo del duelo y se fue con el miedo en el cuerpo de Huesca. Esta vez ganó… pidiendo la hora.