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Jugarán en Montjuic el Barça-Girona

El Barça ve «excesivo celo» en las inspecciones del Ayuntamiento al Camp Nou

La última petición del Ayuntamiento del Barcelona al Barça para la reapertura del Camp Nou ha disparado las dudas del club sobre su proceder

El Ayuntamiento rechaza el regreso al Camp Nou: «No cumple con la normativa de seguridad»

El regreso del Camp Nou a la actividad sigue sin fecha definitiva. Lo que debía ser el gran estreno del nuevo estadio del Barça en estas fechas se ha transformado en una espera tensa, marcada por los continuos requisitos del Ayuntamiento de Barcelona y la sensación en el club de que las inspecciones municipales en el Camp Nou están siendo realizadas con un “excesivo celo”.

La entidad azulgrana necesita la ansiada Licencia de Primera Ocupación (LPO) para reabrir el estadio con un aforo inicial de 27.000 espectadores, repartidos entre la Tribuna y parte del Gol Sur, dentro de la fase 1A del proyecto de remodelación.

Sin embargo, el consistorio ha exigido una nueva revisión técnica bajo una condición hasta ahora excepcional: detener por completo las obras en la zona inspeccionada. Este requerimiento, que nunca antes se había planteado, ha generado incomodidad en los despachos del club, donde se insiste en que todas las deficiencias detectadas por los técnicos municipales y los Bomberos de Barcelona ya fueron corregidas, de ahí esa mención al “celo”.

La interlocución con el Ayuntamiento ha sido constante, pero los avances llegan con cuentagotas en el Camp Nou y el Barça. La pasada semana, el tercer teniente de alcaldía, Albert Batlle, llegó a insinuar que la concesión de la LPO estaba prácticamente cerrada. Sin embargo, nuevas exigencias técnicas surgidas en las últimas horas han vuelto a frenar el proceso. En el club admiten una cierta frustración: consideran que, tras meses de subsanaciones, cada revisión desemboca en una nueva lista de observaciones, donde ven un “excesivo celo” tal y como apunta Mundo Deportivo.

Mientras tanto, los trabajos continúan en otras áreas del recinto. Las máquinas no se han detenido ni en el Lateral, correspondiente a la fase 1B, ni en el Gol Nord, el tramo más retrasado dentro de la fase 1C. El objetivo final de esta primera etapa es permitir que el estadio alcance las 62.000 localidades disponibles una vez finalizadas las dos primeras graderías.

El calendario deportivo añade presión al asunto. En el Barça se había proyectado que el primer partido del nuevo Camp Nou fuera el 18 de octubre ante el Girona, pero la falta de licencia complica esa opción. La directiva ya ha asumido que el encuentro de Champions League frente al Olympiacos, previsto para el 21 de octubre, se celebrará en el Estadi Olímpic Lluís Companys, donde caben más de 50.000 aficionados.

En el área económica del club se ha abierto un debate interno sobre si merece la pena adelantar la vuelta al Camp Nou con solo 27.000 butacas habilitadas, teniendo en cuenta que en Montjuic el margen de ingresos por taquilla es mucho mayor. Además, el Barça ha tenido que reacondicionar el estadio olímpico para seguir compitiendo allí, asumiendo nuevos gastos en césped y estructura.

Las dudas no se limitan al plano financiero. En los últimos meses, técnicos y arquitectos vinculados a la reforma han sugerido que lo más sensato sería retrasar la reapertura completa hasta 2026, con la posibilidad de trabajar de manera continuada y sin las interrupciones derivadas del calendario deportivo. Pese a esas recomendaciones, la junta presidida por Joan Laporta ha mantenido la voluntad de acelerar los plazos, priorizando el retorno al estadio como parte esencial del plan económico del club y del acuerdo de patrocinio con Spotify. Y es que ya van muchas, pero que muchas fechas de reapertura que anuncia el presidente culé y no cumple…