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Champions League: Milan - Atlético de Madrid

El Atlético vuelve de entre los muertos

Gana en San Siro con un gol de penalty en el minuto 96 tras ir perdiendo 1-0 hasta el 83

El Milan le arrasó hasta que se quedó con diez futbolistas a los 28 minutos

Primer gol de Griezmann con el Atlético en su primer disparo a puerta de la temporada

Así queda la clasificación del grupo del Atlético tras su victoria en Milan

El Atlético volvió de entre los muertos en San Siro y sumó en el minuto 96 una victoria trascendental en su lucha por meter la cabeza en los octavos de final de la Champions. Pese a estar jugando en ventaja numérica desde el minuto 28 el equipo fue por debajo en el marcador hasta el minuto 83, cuando Griezmann empató un partido que ya olía muy mal. Luis Suárez acabó con su maldición en esta competición transformando en el descuento un penalty provocado por Lemar.

Simeone y sus jugadores siguen viviendo sobre el alambre. El alargue de nuevo les resultó benévolo, pero están muy lejos del equipo campeón de Liga la pasada temporada. El Milan les arrasó sin piedad hasta que el árbitro les dejó con diez futbolistas en el minuto 28. Luego dominaron, pero sin efectividad -el primer disparo entre los tres palos fue en el minuto 76- hasta que Griezmann reivindicó su clase con una volea perfecta a pase de Lodi. En la recta final, con el partido convertido en una locura, Luis Suárez encontró la recompensa que se le había negado durante toda la noche. El resultado deja al Atlético con cuatro puntos en dos jornadas, peleando con el Liverpool por la segunda plaza. La visita a San Siro pudo acabar en drama, pero se convirtió en una fiesta. Se trata ahora de aprovechar su onda expansiva.

Consciente de las dudas que había suscitado en el Atlético su derrota en Vitoria del pasado sábado, el Milan tocó zafarrancho de combate nada más ponerse el balón en movimiento y se lanzó con todo hacia arriba sometiendo a los rojiblancos -ayer azules- a un asedio absoluto en busca de un gol que marcara diferencia. Theo tardó sólo un minuto en tomar el balón y cruzar el campo dejando adversarios atrás, pero por suerte apareció Felipe en última instancia para evitar que pisara el área.

Al Atlético el arranque italiano le desconcertó. Simeone renunció a los tres centrales para ubicar a Hermoso en el lateral izquierdo y poder contar así con tres centrocampistas y darle amplitud de campo a Carrasco. Sobre el papel era un plan concebido para hacerse con el control del juego, pero en realidad fue engullido por la presión lombarda. Suárez quedó desconectado del partido, Correa apenas apareció y Kondogbia perdió en el primer cuarto de hora más balones que en las siete primeras jornadas de Liga.

No tardaron en llegar las consecuencias. A los 16 minutos Brahim disparó a puerta por primera vez. Oblak embolsó el remate sin demasiadas dificultades, pero fue sólo el primer aviso. Dos minutos más tarde Suárez cometió un error imperdonable en la entrega y el contragolpe permitió a Rebic encarar en solitario a Oblak. El esloveno salvó un gol que parecía seguro, pero en el saque de esquina posterior Brahim maniobró a placer en el área y acabó cediendo al brasileño Rafael Leao, que incomprensiblemente solo soltó un derechazo cruzado ante el que ya no cabía ninguna respuesta. El 1-0 fue el justo resultado a otro pésimo arranque de partido rojiblanco. Uno más.

Aplacado momentáneamente su apetito, el Milan dio un paso atrás para tomar aire y el Atlético encontró por primera vez un alivio a su sufrimiento. A los 26 minutos, tras un saque de esquina, Luis Suárez abrió las hostilidades visitantes, pero su volea careció del menor peligro. La diferencia entre unos y otro eran tan acusada que ni uno solo de los espectadores presentes en San Siro podía imaginar otro movimiento que no fuera aumentar la ventaja doméstica.

Entonces, cuando peor pintaba la noche, llegó una ayuda externa inesperada. A los 28 minutos el costamarfileño Kessié zancadilleó en medio campo a Llorente sin pensar que ya tenía una tarjeta amarilla y el árbitro, en una decisión sorprendente teniendo en cuenta el listón de la competición, no dudó en amonestarle por segunda vez y mandarle al vestuario. Todo el Milan rodeó al turco Çakir, pero la decisión estaba tomada. Con más de una hora de partido por delante el partido cobraba otra dimensión.

Pioli no tardó en reaccionar. El croata Rebic se fue al banquillo, Tonali se incorporó al centro del campo y Leao se quedó solo arriba. El brasileño fabricó un remate de tijera al travesaño tras un saque de puerta de su propio portero que el árbitro anuló por fuera de juego, pero que sirvió para intimidar aún más a una defensa llena de dudas. También Simeone movió la baraja dando entrada a Joao Félix por Trippier, pero lo único cierto es que el Atlético se fue al descanso sin un solo disparo entre los tres palos y con apenas una ocasión, una volea de Luis Suárez en tiempo de prolongación que no cogió portería.

Simeone no quiso dar esta vez ni siquiera los diez minutos de cortesía habituales. Hermoso y Carrasco ya no volvieron al campo y entraron De Paul y Lodi para agitar la noche y aprovechar la ventaja numérica. A los 49 minutos Kondogbia soltó un tiro raso desde el borde del área al que le faltó puntería, pero que por lo menos le dejó claro al Milan que la segunda parte no iba a ser igual que la primera. Poco después ya no le quedó la menor duda al respecto al equipo italiano. Luis Suárez emergió en el punto de penalty para cabecear un centro extraordinario de Joao desde la derecha, pero ante el desespero del uruguayo el remate se fue fuera.

Viéndole las orejas al lobo, Pioli metió músculo en el campo con Touré y Giraud y se preparó para resistir el asedio rojiblanco, ahora ya constante. Griezmann tuvo otra oportunidad para redimirse y en su primer balón le metió un pase profundo a Lodi que estuvo a punto de acabar en gol. Con Correa, Suárez, Griezmann y Joao en el campo debería haber sido suficiente, pero el Cholo no estaba satisfecho y gastó su última bala forzando el regreso de Lemar, que entró por Kondogbia.

El francés fue precisamente el autor del primer disparo rojiblanco entre los tres palos que llegó nada menos que en el minuto 76. No tuvo demasiadas dificultades Maignan, pero fue la antesala de un final de partido vibrante para el Atlético, que fue capaz de hacer en el último acto todo lo que no había podido culminar en el resto del encuentro, primero con el empate a cargo de Griezmann y luego con el 1-2 de Luis Suárez.