Liga Santander: Athletic 0 - Barcelona 0

El Athletic da vida a la Liga

El Barcelona sacó un punto de su visita a San Mamés y gracias. Ter Stegen fue la figura de los culés con dos paradones espectaculares frente a un gran Athletic.

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Messi no pudo obrar un milagro en San Mamés.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barça tiene un portero como una catedral. Se llama Ter Stegen y gracias a dos paradones antológicos, los culés pudieron sacar un punto de su visita a San Mamés en un partido en el que los visitantes acusaron el cansancio tras la ida de semifinales de Copa del Rey ante el Real Madrid.

El Athletic dominó en la primera mitad, pero no supo materializar sus ocasiones. El Barça reaccionó en la segunda hasta la entrada de un Muniaín imperial que se quedó a las puertas de conseguir el triunfo para los leones. Él y Williams vieron cómo Ter Stegen hacía una parada milagrosa que evitó una de las grandes sorpresas de la jornada.

El partido comenzó con un Athletic presionando a un Barça que parecía desatinado tras el desgaste del Clásico. Valverde forzó a Messi y, menos mal que lo hizo, porque los culés estuvieron muy lejos de su primera versión en la primera mitad careciendo de profundidad y llegada. Para que se hagan una idea, el argentino fue el único azulgrana que realizó un tiro a puerta y en el minuto 36.

El Athletic, mientras tanto, atacó la debilidad de Arturo Vidal en la salida de balón llegando con mucho peligro por los costados con Yuri y Susaeta siendo puñales y éste último obligando a Ter Stegen a realizar una de las paradas del año a mano cambiada cuando el balón se colaba por la escuadra.

El Barça sufrió ante la chispa de un Athletic que salió sobreprotegido defensivamente y que casi echó de menos más compañía para un Iñaki Williams que ha evolucionado como delantero sabiendo bajar cada balón y transformándolo en una ocasiones para sus compañeros.

Los bilbaínos dispusieron de varios tiros dentro del área que fueron bien desbaratados por la defensa culé, que hacía lo que podía para poder salir en condiciones con un Coutinho en modo ausente y un Luis Suárez más preocupado por el teatro que por el juego.

El Barça intentó apretar al descanso con Messi bajando a la medular y generando más fútbol del que habían conseguido en los primeros 40 minutos, pero Herrerín fue capaz de transmitir una gran seguridad ante un Barcelona que sabía que tenía que desactivar el modo ahorro para sacar los tres puntos en San Mamés.

Y eso fue lo que hizo el Barça. De racanear con sprintar a amilanar a un Athletic que no paró de achicar agua durante los primeros 20 minutos de la segunda mitad. El Barça, sin embargo, no conseguía hacer intervenir a Herrerín. Mucho ruido y pocas nueces alrededor de la portería vasca.

Factor Muniaín

El partido dio un giro de 180 grados con la entrada de un Muniaín que puso criterio y al mismo miedo pánico en los defensas culés sabiendo sacar contragolpes para habilitar a un Iñaki Williams que había estado desaparecido en la segunda mitad.

Y cuando mejor estaban los bilbaínos apareció un Ter Stegen que llevaba sin dar puntos desde las primeras jornadas con una parada antológica en el minuto 81. Muniaín le hizo el lío a la defensa culé y sirvió a Williams para que rematase a quemarropa un disparo que sacó el portero con unos reflejos de guardameta de balonmano.

El mejor momento del Athletic se diluyó con la expulsión de Óscar De Marcos al inicio del descuento. El árbitro interpretó que interceptó con la mano un envío largo de Luis Suárez y a los locales les quedaban cinco minutos de agonía y así lo fueron. El VAR hasta intervino en una última jugada en busca de un penalti que no existió sobre Semedo. El Athletic, con casta y siendo fiel a su estilo, sacó un empate que deja la Liga más viva que nunca.

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