«¿Ferrari? Si puedo ganar con McLaren me quedaré, si no, buscaré otro equipo»
En la oleada de flashes invisibles, cámaras y micrófonos trasteando, Fernando Alonso es la figura donde recae todo el peso de la imagen, ese calificativo innombrable que Guardiola colocó a Mourinho. Atendiendo con una sonrisa, amable, relajado, escudado por el futuro, Carlos Sainz, volvió a controlar al respetable con arte. Y es que, tanto dentro como fuera de la pista, sigue siendo el mejor.
Lo que vino después fue un cruce de posibilidades, de futuros, de sueños, en el que sólo hay una incógnita conocida: ganar. McLaren puede dejar ir a la novia perfecta por no darle el cariño necesario. Fernando empieza a desengancharse de sus brazos: el idealismo ya no coexiste en su mente. Así lo ha reconocido en rueda de prensa:
«Este es mi último año con McLaren, acabo contrato. Tengo que pensarlo bien después de verano, porque ahora es un momento ajetreado con todo lo de Indianápolis. En septiembre u octubre consideraré que hacer el año que viene. Si es el momento de buscar nuevos retos fuera de la F1, o hay oportunidad de ganar el campeonato en F1. ¿Ferrari? Estoy abierto a todo, sí».
Insistió en que la ruptura no está cerca, que todavía hay opciones de recuperar un amor desconocido en la relación: Fernando quiere pero McLaren no puede: «Mi intención es correr aquí, bueno, no solo correr, quiero ganar. Estoy feliz con el equipo pero no estamos ganando. Si de aquí a septiembre-octubre estamos en una posición en la que vea posibilidades de ganar en 2018, estaré contento de seguir en el equipo. Si no es el caso, estaré contento de hablar con cualquiera».
Fernando parecía Luka Modric en el Calderón: repartiendo juego y rompiendo líneas. Finiquitó con la posibilidad de tener otro motor sin acento japonés: «McLaren y Honda tienen un contrato a largo plazo, con un compromiso muy fuerte de ambas partes. Las cosas no están yendo como se pensaban al principio, pero están trabajando mucho para solucionar la situación. Han de encontrar la forma de extraer rendimiento y potencia de los motores. Espero que podamos ver los progresos a corto plazo y este año luchar por algo». La presión timorata a su escudería ahora es extrema: si no puede ganar, se irá. Colorín, colorado, la ONG de milagros se ha acabado.