Alaphilippe se desata en una primera etapa de escabechina en el Tour
El Tour de Francia ha hecho su primera selección natural. En la primera etapa, sin más preámbulos, dos terribles caídas han dejado a medio pelotón magullado y a la otra respirando aliviado de que la china no les tocase a ellos. Julian Alaphilippe se libró de besar el asfalto y completó una ascensión final de ensueño a Landerneau para llevarse un doble premio: etapa y maillot amarillo.
El vigente campeón del mundo honró ese maillot con una exhibición propia de campeón atacando a dos kilómetros de meta en una ascensión final donde se vislumbraron muchas cosas. Pogacar y Roglic se destacaron del grupo de favoritos durante unos metros jugando su particular partida de póker que nos adelanta que este Tour de Francia será una reedición del duelo a la eslovena que vivimos la pasada campaña.
A ambos no le dio para alcanzar a un Alaphilippe que hizo que el Deceuninck trabajase durante todo el día para llevarse una recompensa a la que también aspiraban Wout van Aert y Mathieu Van der Poel. El primero reaccionó tarde al ataque del francés y tuvo que ponerse a trabajar para un Roglic que veía cómo podía hacer una primera escabechina en la general. El segundo llegó fundido a las posiciones cabeceras tras entrar muy mal colocado en la ascensión final.
El nieto de Raymond Poulidor tiene cierta disculpa porque hasta cinco compañeros suyos se cayeron a seis kilómetros del final cuando un afilador destrozó las opciones de general de algunos favoritos. Miguel Ángel López, Steven Kruijswijk y Richie Porte perdieron dos minutos, Simon Yates tres, Dan Martin y Alejandro Valverde cinco y el cuatro veces campeón Chris Froome perdió toda opción de general.
Antes de toda esa carnicería ya hubo un aviso a 40 kilómetros de meta cuando una aficionado mostró una pancarta que no pudo esquivar Tony Martin y varios ciclistas más provocando los primeros abandonos en carrera. El Tour de Francia tiene estas complejidades. Preparas la carrera durante todo un año y al primer día estas casi descartado. Chapeau por un Alaphilippe que quiere volver a reeditar su sueño de 2019 cuando se quedó a una jornada de montaña de ganar la carrera.