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Los 90 minutos más largos de Rubiales: «No me voy de aquí hasta que responda a todas las preguntas»

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Luis Rubiales jugó más de 250 partidos profesionales a lo largo de su dilatada carrera como futbolista. El presidente de la RFEF disputó encuentros de todo tipo –en tierra, con lluvia, con campos vacíos, con campos a reventar…–, pero nunca se enfrentó a unos 90 minutos tan exigentes como los que tuvo que vivir en el salón Juan Villalonga en la sede de la Federación Española de Fútbol.

Al mandatario le estaban esperando un centenar de periodistas, más de 30 cámaras y un sinfín de preguntas sobre la salida de Robert Moreno. Era un momento delicado, el que mide la capacidad de gestión de un presidente y Rubiales lo superó sin despeinarse. «No me voy a ir de aquí hasta que no responsa a todos los compañeros de la prensa», dijo al entrar. «Como en la época de Villar», espetó un periodista en el gallinero a modo de sorna y las pocas veces que el anterior dirigente daba explicaciones.

Rubiales realizó un alegato inicial de casi 30 minutos explicando la cronología de los hechos que han terminado con Robert Moreno fuera de la selección y el regreso de Luis Enrique. Después de ello, fue el turno para que los periodistas lanzaran sus preguntas. El presidente, con José Molina al lado, tomó la palabra, miraba a los ojos en cada pregunta y explicaba punto por punto lo ocurrido.

Aunque se empeñasen en cambiar el orden de los factores en las preguntas, Rubiales manifestaba en todo momento un discurso articulado y coherente de la situación. No se le vio dudar e incluso echó un capote a Molina cuando fueron a por él tomando la palabra. Pasó el examen de la prensa con nota tras más de 90 minutos de prensa y una treintena de preguntas.

Al terminar, el presidente de la Federación se fundió en un abrazo con su equipo de confianza. Habían superado el examen más complicado, habían cumplido con su palabra con Luis Enrique y habían mantenido el discurso coherente que llevan defendiendo desde que entraron en hace 16 meses. Luis Rubiales ya sabe que no sólo los partidos duran 90 minutos, sus ruedas de prensa también.