UEFA Nations League: Inglaterra 2-1 Croacia

Kane rompe la quiniela de España

Kane
Kane se estira para marcar el 2-1. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Cuando todo parecía a favor para que a España le tocara la quiniela tras el patinazo de Zagreb, Harry Kane ejerció de héroe inglés para dejar al combinado nacional y a Croacia (2-1) fuera de la Final Four de la UEFA Nations League. El delantero del Tottenham apareció en el momento justo para romper su sequía con la selección y de paso hacer realidad el sueño reciente de los aficionados locales, que abarrotaron Wembley y pasaron de la debacle al éxito en unos minutos, después de ver como los suyos remontaban el gol inicial de Kramaric para ganarse un puesto de privilegio en la Liga de las Naciones.

Las cuentas eran las siguientes. Si ganaba alguna de las dos selecciones con participación activa en el partido, clasificaba para la Final Four con España como segunda y la derrotada en la Liga B de cara a la próxima edición. En caso de empate llegaban las dudas, aunque una certeza daba motivos para la esperanza. España sería la clasificada para la fase decisiva, mientras que el equipo que descendería iba a depender de los goles que hubiera en el partido. Si las tablas incluían tantos, Inglaterra sería la perjudicada, con Croacia como última si se registraba un 0-0 final.

El inicio, como parecía lógico teniendo en cuenta el favoritismo, fue de Inglaterra. El combinado dirigido por Southgate tuvo en Kane a la estrella que necesita y a Rahford y Sterling como sus perfectos escuderos. Hasta cuatro ocasiones claras tuvieron los pross para adelantarse en los primeros 20 minutos, pero Kalinic y la defensa croata se mantuvieron firmes para sobrevivir al vendaval que se vivía en el mítico Wembley.

Una vez llegada la primera media hora de partido, Inglaterra se vio necesitada de recular, dejando parte del peso del partido para una Croacia que fue creciendo poco a poco al son de Modric, quien ante la ausencia de Rakitic tomó los mandos de la dirección croata para demostrar que su actual nivel de juego se multiplica cuando viste la camiseta de su selección nacional.

Sin más dilación ni tampoco demasiada intensidad, el colegiado dio paso a los vestuarios, donde ambos equipos debatirían sobre sus intereses de cara a la segunda mitad y el devenir de la competición en este último partido del grupo

La salida del descanso fue similar a los primeros minutos de encuentro, con Inglaterra volcada en el área de Croacia, con oleadas dirigidas por sus mejores atacantes. Sin embargo, y ya lo demostró en el Mundial y el pasado jueves con España, a Croacia le vale con casi nada para sacar resultados espectaculares. Una acción aislada de Kramaric en el área inglesa, ante cuatro defensores de blanco, acababa con el balón en el fondo de las mallas y las cosas muy, muy complicadas para Inglaterra… y para España.

Un nuevo escenario en el partido que forzaba a un nuevo arreón, este de media hora, para los ingleses. Saltó Alli al campo para revitalizar el ataque de los suyos, noqueados durante los primeros compases por una Croacia que por mediación de Perisic pudo anotar el 0-2 y finiquitar el grupo. No lo logró e Inglaterra se puso las pilas, eso sí, con una exposición máxima que convertía la amenaza de Croacia a la contra en real.

Sin hacer prácticamente nada, bloqueados y superados por el marcador, los ingleses clamaron al balón parado para lograr un resultado positivo. Fue en un saque de banda colgado al área por Sancho, nuevo gran talento del fútbol británico que se curte en Alemania y baja al barro para ejercer de lanzadera, el que le iba a devolver la esperanza a los locales. Un remate en semifallo de Kane dejaba todo franco para que Lingard, recién entrado al terreno de juego, pusiera el 1-1 en el luminoso.

Kane completa la machada

No le valía al país que inventó el fútbol y el modelo volvió a ser el mismo, balones largos, brega y pegada. En esas y después de siete partidos en blanco con el combinado nacional, apareció la gran estrella del país, un Harry Kane que expulsó con un sólo remate a España y Croacia de la Final Four de la Nations League y colocó a su país, aún con cinco minutos por jugarse, con pie y medio entre los cuatro mejores equipos de Europa, siempre rigiéndonos por esta novedosa competición.

Croacia ya estaba desdibujada y con dos goles para el todo o nada de meterse en la Final Four. Después de tanta suerte en los últimos torneos, incluyendo el gol milagroso de Jedvaj del pasado jueves ante España, los balcánicos sufrieron en sus propias carnes la maldad de los minutos decisivos y no sólo no clasificarán para una fase decisiva en la que tampoco estará España, sino que descienden a la segunda categoría por obra y gracia de Harry Kane, de nuevo rey de Inglaterra.

 

 

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