La planta que acaba con los ratones: como si fuera magia

Hay una planta que hace magia y acaba de una vez por todas con los molestos ratones de tal forma que no volverán a entrar en tu casa. Es importante protegerse de esos animales que no queremos ver en nuestra casa, sobre todo, si tenemos en cuenta que son los responsables de más de un grito de terror. Especialmente si lo que tenemos por delante es una situación que puede acabar siendo la que marque una diferencia importante en todos los sentidos. Habrá llegado el momento de empezar a pensar a asegurar nuestra casa.

Por lo que, cada elemento cuenta, sobre todo en lo que se refiere a olores y formas de empezar a cuidar el entorno de tal forma que conseguiremos aquello que realmente necesitamos. Un cambio de ciclo que realmente puede acabar siendo el que marque un antes y un después en este momento. Toma nota de lo que puede llegar de la mano de determinadas situaciones que quizás hasta ahora no hubieras tenido en cuenta. La magia de esta planta te ayudará a conseguir ahuyentar para siempre los molestos ratones que hasta la fecha quizás no habías tenido en cuenta de lo perjudiciales que son.

Acaba con los ratones de tu casa

Los ratones son una de las plagas más difíciles de ahuyentar o de hacer desaparecer de cualquier lugar. Siendo uno de los elementos que puede acabar siendo el que se adapte a una serie de necesidades que quizás hasta ahora no hubiéramos tenido en cuenta.

Desde el blog de los expertos de Rentokil nos dan con las 4 señales que indican que estamos ante una plaga de ratones en nuestra casa. Aunque no los hayamos visto cara a cara, podemos tener un problema que debe solucionarse lo antes posible.

1. Presencia de excrementos. La presencia de excrementos es uno de los mayores indicios de una infestación de ratas o ratones. Además, según el tamaño, color, forma y consistencia de las heces, los profesionales del manejo integrado de plagas pueden saber de qué tipo de roedor se trata. Los lugares en los que podemos encontrar excrementos y orina suelen ser aquellos donde pasan más tiempo, como cerca de alimentos, en rincones y debajo de los muebles, eso quiere decir que, a pesar de saber cómo ahuyentar ratones, estamos frente a una infestación que requiere asesoría profesional.
2. Objetos roídos. Los roedores tienen una gran capacidad para masticar. De hecho, a partir de la segunda semana de vida, pueden roer cualquier material que sea más blando que el esmalte de sus dientes. Esto incluye: concreto, ladrillos, cables, papeles, ropa, madera, entre otros. Si encontramos marcas de dientes en objetos hechos de estos materiales, es señal de que tenemos una infestación.
3. Manchas grises o negras. También es posible que encontremos manchas grises o negras en el suelo, paredes o superficies. Esto se debe a que los roedores dejan marcas de grasa y suciedad al pasar por un sitio con frecuencia.
4. Sonidos y olores. Otra señal de plaga es si comenzamos a escuchar el sonido de roedores corriendo, luchando o royendo materiales, especialmente durante la noche, pues se trata de animales nocturnos. De igual forma, es posible que percibamos olores rancios sin saber exactamente de dónde vienen, indicando que es momento de revisar el entretecho y buscar apoyo, ya que existe la posibilidad de que exista una plaga de roedores.

Una planta puede acabar con los ratones por arte de magia

El cuento del flautista de Hamelin se queda corto con las propiedades de esta planta, directamente es uno de los elementos tóxicos que alejará para siempre a los ratones de nuestra casa. Si no quieres sorpresas, la propia naturaleza te permite conocer en primera persona este tipo de elemento que puede acabar siendo el que marque un antes y un después.

Los narcisos son una planta que ayudará a acabar para siempre con los ratones y lo hará con la llegada de una flor maravillosa. Tal y como nos explican desde el blog del surdeflores: «No necesitan tierra para crecer y la forma más sencilla de cultivarlos es en piedras sueltas o grava con un poco de agua. Para ello, tenemos que elegir un recipiente de vidrio o cerámica sin un agujero en el fondo. Si optamos por vidrio transparente, será más sencillo ver la línea de agua y evitar el riego excesivo. Hay muchas opciones disponibles para las piedras. Grava lavada, mármoles, vidrio o piedra de acuario son algunos ejemplos fáciles de encontrar. Llenamos unos centímetros de piedra en el fondo del contenedor, a continuación, empujamos firmemente el bulbo hacia las piedras. Se agregan algunas piedras más, asegurándonos de dejar al menos el 50% del bulbo fuera de las piedras.  Agregamos agua hasta que llegue al fondo del bulbo, pero no más arriba, porque si permitimos que se asiente en el agua se pudrirá. El bulbo tan solo tiene que estar cerca del agua para que las raíces puedan anclar el bulbo al crecer alrededor de las piedras. Es conveniente verificar de vez en cuando si es necesario agregar más agua. En aproximadamente 4 o 6 semanas tendremos flores y, una vez marchitas, el bulbo no volverá a crecer, por lo que tenemos que desecharlo».