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El peligroso motivo por el que no deberías nunca guardar la olla con comida en el frigorífico

El peligroso motivo por el que no deberías nunca guardar la olla con comida en el frigorífico
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando cocinamos una determinada comida y nos sobra, muchas veces la guardamos en el frigorífico en la misma olla en la que la hemos cocinado. Sin embargo, tal y como alertan los expertos, es un hábito que deberíamos evitar ya que puede afectar a la calidad de la comida.

Lo que ocurre es que, al estar dentro de la olla, se acelera el proceso de oxidación que los alimentos sufren de forma natural, según explican desde ‘Directo a la Olla’. El principal problema es la humedad que hay en el interior de la nevera, que rápidamente se extiende hacia la olla.

Si decidimos pasar por alto la advertencia de los expertos y guardar la comida en la misma olla que la hemos cocinado, no notaremos ningún efecto en los días posteriores. Ahora bien, la propia olla podría deteriorarse en el frigorífico y, si la comida que hay en el interior es una salsa, podría afectar a su estructura.

El recubrimiento de la olla podría corroerse y, en consecuencia, acabar con su propiedad antiadherente. En lo que respecta a la comida, puede suceder que adquiera otro olor o cambie ligeramente el sabor por el contacto con el oxígeno.

Cómo guardar la comida en el frigorífico

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), señala que «a temperaturas bajas, el crecimiento de los microorganismos se vuelve más lento e, incluso, se detiene. Por eso es tan importante mantener ciertos alimentos en frío. Es una excelente forma de evitar muchas infecciones e intoxicaciones por alimentos».

En el frigorífico, debemos guardar las carnes, pescados y platos preparados en la zona más fría. Mientras, las frutas y verduras tienen que estar en la más templada.

Para que los alimentos se conserven en buen estado, el aire tiene que circular entre ellos. Por lo tanto, no es una buena idea amontonarlos.

Toda la comida debe estar bien tapada para evitar la contaminación cruzada. Los recipientes herméticos son nuestros mejores aliados para conservar la comida.

Sobras de comida

La comida cocinada, en cuanto deje de quemar, debemos meterla en la nevera, dentro de recipientes limpios. No es una buena opción dejar que se vaya enfriando fuera, sobre todo en verano.

Una vez abierto el envase, la mayoría de los alimentos aguantan en buen estado dos días. Los alimentos abiertos, debemos cubrirlos con papel film o ponerles pinzas para cerrarlos.

Si hemos abierto una lata y quedan restos, lo mejor es cambiarlos a un recipiente de cristal o de plástico.

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