Ni Madrid ni Valencia: éste es el lugar de España en el que anochece antes a pesar del cambio de hora
Esto es lo que pasaría en España si se quedase el horario de verano para siempre
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Esta madrugada se ha producido el cambio de hora, retrasando los relojes una hora y pasando de las 03:00 a las 02:00 horas. Por lo tanto, este domingo va a tener una duración de 25 horas, convirtiéndose en el día más largo del año. En Canarias, este ajuste se realiza una hora antes, es decir, de las 2:00 a la 1:00 horas. El horario de invierno permanecerá hasta el 29 de marzo de 2026, cuando adelantaremos los relojes para entrar en el horario de verano.
En este contexto, aunque España tiene las mismas horas de luz, estas se distribuyen de manera desigual por su extensión longitudinal. Por ejemplo, mientras en Menorca el sol sale y se pone antes, en la parte más occidental de Galicia, los amaneceres y atardeceres se retrasan hasta casi una hora más. Este desfase es especialmente notable al entrar en el horario de invierno.
El lugar de España donde anochece antes
El lugar del donde anochece antes se encuentra en un punto mucho más oriental: la Puerta de Eos, en Cales Fonts, dentro de la localidad de Mahón, en Menorca. Este domingo, 26 de octubre, el sol se pondrá a las 17:47 horas, mientras que en Carballo (Galicia) lo hará a las 18:33 horas.
Mientras, la localidad donde se produce el primer amanecer es Es Castell, en Menorca, el punto más oriental de España. El origen de este pueblo se remonta al siglo XVIII; nació con el nombre de Georgetown, en honor al rey Jorge III de Inglaterra. Este domingo, el sol ha salido a las 07:05 horas. En cambio, en Carballo no ha amanecido hasta las 08:03 horas, ¡una hora de diferencia!
Efectos en la salud
«El cambio de horario, aunque solo suponga una hora de diferencia, modifica el tiempo de exposición al sol durante el día y desequilibra el reloj interno del cuerpo, que necesita varios días para reajustarse. Este proceso de adaptación es la razón por la que se realiza en la madrugada del sábado al domingo, con el fin de minimizar su impacto en la rutina diaria. Sin embargo, no es raro que en los primeros días posteriores algunas personas experimenten irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e incluso insomnio, síntomas que reflejan el esfuerzo del organismo por recuperar su equilibrio natural», detalla la Sociedad Española del Sueño.
Debate europeo sobre el cambio horario
La práctica de ajustar los relojes surgió en Europa durante la Primera Guerra Mundial, como medida para ahorrar energía. En España, el horario de verano se implantó inicialmente en 1918, aunque fue suspendido dos años después. . Desde 1940, España comparte horario con Alemania, Francia e Italia, y desde 1974 se aplica de manera sistemática el cambio de hora en primavera y otoño.
En 2018, la Unión Europea planteó la supresión del cambio de hora, pero no se ha alcanzado un consenso definitivo. España ha reabierto el debate y el presidente Pedro Sánchez ha indicado que el objetivo sería finalizar el sistema actual en octubre de 2026: «Francamente, yo ya no le veo sentido. No tiene sentido seguir cambiando el reloj dos veces al año. La medida ya no aporta ahorro energético y sí provoca molestias y efectos negativos en la salud. Es una cuestión de sentido común, bienestar y coherencia con la evidencia científica. Ahora es la oportunidad para decidir. España lidera este debate para adaptar Europa a los tiempos actuales. Queremos una Unión Europea más moderna, que piense en la vida cotidiana de las personas. Es hora de sincronizar Europa con la gente, no con el reloj».
Si se optara por mantener el horario de verano todo el año, los días serían más largos por la tarde, pero en los meses de invierno amanecería mucho más tarde: en ciudades como Madrid o Valladolid, el sol no saldría hasta las 9:30 horas, mientras que en Galicia podría hacerlo cerca de las 10:00 horas. Por el contrario, si se estableciera el horario de invierno de manera permanente, el amanecer sería más temprano, entre las 7:30 y las 8:00 horas en la mayor parte del país durante el invierno. Sin embargo, las tardes serían más cortas, reduciendo las horas de ocio y actividad al aire libre.
«El horario de invierno favorece un descanso más reparador, ya que permite disponer de más horas de sueño y un despertar que coincide de forma natural con la salida del sol. En cambio, mantener un horario de verano de manera permanente provocaría una falta de luz por la mañana durante los meses fríos y un exceso de luz por la noche en los meses cálidos, lo que desajustaría el reloj biológico y podría derivar en bajo rendimiento, fatiga y mayor vulnerabilidad a ciertas enfermedades. En algunas ciudades españolas, este cambio significaría que en invierno el amanecer no ocurriría antes de las 9:30 horas y que en verano el anochecer se retrasaría hasta alrededor de las 22:00 horas, alterando los ritmos naturales del descanso y la actividad diaria», explica la Sociedad Española del Sueño.
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